Según El Barkani, Melilla es en la actualidad “un ejemplo del necesario control” de las fronteras y de “la ayuda humanitaria que requieren los desplazados de las trágicas y sanguinarias guerras que azotan a parte del mundo árabe y en especial a Oriente Próximo”.
“Supimos anticiparnos a gestionar con humanidad, pero también con racionalidad y realismo, lo que sin duda se ha convertido en uno de los retos del nuevo milenio”, afirmó el delegado del Gobierno, para quien la labor realizada es para “sentirse satisfechos”, aunque lamentó que el foco mediático “apenas haya puesto el objetivo en esta realidad ejemplar e incuestionable”.