El pasado, pasado está…pero lo que pasó, pasó y conviene conocerlo, para entender el presente…que pronto será también pasado… y de nuevo será importante recordarlo. Conviene recordar, por citar un ejemplo no demasiado lejano, que el 28/2/2003, hace más de 20 años, el PP local nombró, confirmó, en Madrid (repito, en Madrid) a Imbroda como candidato a la presidencia de la lista conjunta PP-UPM. El PP melillense -presidido entonces por Antonio Gutiérrez- rehusó manifestarse sobre ese acuerdo, que calificó de “madrileño”.
Lo que ocurrió, tras esa decisión “madrileña” fue que en las elecciones de mayo de 2003 la coalición PP-UPM, con Juanjo Imbroda como cabeza de lista, obtuvo -como resalto yo en el tomo II de mi libro, ESPAÑA, MELILLA EN PELIGRO, período abril de 1999- abril de 2005- “una holgada, sin precedentes, mayoría absoluta: 15 escaños de los 25 de la Asamblea. CpM, con Mustafa Aberchán a la cabeza, quedó como segundo partido, con 7 escaños, pero sin posibilidad alguna de gobernar, como era su objetivo. El PSOE, presidido por Manuel Céspedes, solo consiguió 3 escaños, muy lejos de sus aspiraciones. Los restantes partidos- PIM, CDS, Los Verdes, IR y PNRIF- no lograron representación asamblearia”. Eso ocurrió hace 20 años, después cambió mucho el resultado electoral. ¿Ocurrirá ahora, el 28 de mayo de 2023, lo mismo? Pronto lo sabremos.
Es curioso recordar que el 13/mayo de 2004, un amplio grupo de militantes del PP se manifestaba en contra de que Juan José Imbroda fuera presidente del partido. Ramón Rico era el coordinador de los populares que preferían un candidato “con amplia militancia en el PP de Melilla y probada lealtad al partido”. O que el 28/junio/2004. Imbroda -entonces presidente de la CAM- anunció que iba a pedir a Zapatero -entonces presidente del Gobierno español- que Melilla se convirtiera en Ciudad Autónoma, porque era “una verdadera necesidad para Melilla”. Tras Zapatero fueron presidentes Rajoy(PP) y Sánchez (PSOE). Seguimos esperando, veinte años después. Y aunque la interpretación tiene más que ver con el que interpreta que con quien es interpretado, en este caso caben pocas interpretaciones que no sea la de lamentar que haya transcurrido tanto tiempo sin que algo vital para Melilla -un Estatuto de Autonomía- haya salido del limbo en el que mora.
Lo que no está en el limbo, sino todo lo contrario, es la propaganda partidista y comunista constante del Gobierno socialista, su insistencia en intentar convertir un desastre en un éxito. Por ejemplo, la incalificable delegada del Gobierno de Sánchez en Melilla, Sabrina Moh, “ha puesto en valor”(dice ella) que más de 7.800 melillenses han solicitado la ayuda de 200 euros del Gobierno. “Con esta ayuda, que alcanzará a 4,2 millones de hogares (en España) se reducirán las situaciones de vulnerabilidad económica que no están cubiertas por otras prestaciones sociales”, añade Sabrina.
Cualquier político sensato melillense se avergonzaría de que en nuestra ciudad hubiera más de 7.800 melillenses que necesitan recibir 200 euros para comer, suponemos. Dinero que no es “del Gobierno”, como Sabrina Moh dice, sino del resto de los españoles, a los que se les quita ese dinero -vía impuestos- para dárselos a otros, manteniendo así a 7.800 melillenses en la pobreza y en la dependencia “del Gobierno”…que nos empobrece.
Si los pobres votan a la izquierda, y los ricos a la derecha, ¿a quien le interesa que haya más pobres? No es un sofisma, es una pregunta muy concreta, que tiene una respuesta muy sencilla.
¿Pucherazos electorales?
Las elecciones son una promesa de cambio, que no se debiera basar en pucherazos electorales. Leo que, según Jiménez Losantos, Pedro Sánchez prepara un pucherazo basado en tres pilares: 1/ Empadronamiento masivo de extranjeros y votos cautivos de inmigrantes, 2/ Sustitución de consejeros por gente afín al Gobierno en la empresa Indra, que ha de controlar las elecciones. 3/Simplificación en la regulación del voto por correo, eliminado la solicitud previa por parte del elector. ¿Es aplicable esa opinión de Jiménez Losantos a Melilla, que necesita el cambio -el cambio en todos los partidos, repito: en todos- para tener algún futuro atractivo.
Desde luego el cambio no puede venir de más de lo mismo. Un ejemplo a no seguir: Ferraz, la sede del PSOE, ordena a sus candidatos locales y regionales recuperar a Franco como baza electoral (ABC, el viernes). Deberán poner especial atención en borrar los vestigios de la dictadura y proteger los lugares donde hubo represión. La respuesta de los “gloriarojas” de Melilla ha sido fulminante: ese mismo día hacían pública su decisión – si gobiernan con CpM- de “retirar los vestigios franquistas del callejero” ( MELILLA HOY del viernes).
