El Ministerio Público pide cuatro años de cárcel para un joven melillense por ser el presunto autor de los delitos de atentado, desobediencia y contra la seguridad vial. Se le acusa de conducir sin carné, de no obedecer el alto de los agentes iniciando una huida en la que puso en peligro la seguridad vial, llegando a embestir un coche policial Zeta antes de que los agentes le perdieran la pista al llegar a la Cañada. El procesado niega los hechos, aunque admite que meses dos después circulaba de nuevo sin permiso cuando le volvieron a detener los agentes. Un joven de Melilla se enfrenta a la posible condena de cuatro años de prisión. Se le acusa por un delito de atentado a la autoridad y delitos contra la seguridad vial. Los hechos denunciados corresponden al 9 de abril de 2014. Según el escrito de Fiscalía, aquel día el procesado desacató la orden de los agentes de la Policía Nacional que le dieron el alto cuando conducía un coche Hyundai.
Lejos de obedecer, se dio a la fuga, embistió un coche policial y condujo de manera temeraria atentando contra la seguridad vial, según la parte acusadora.
“No tengo carné”
Al preguntarle la fiscal por estos hechos, el procesado negó que aquel día hubiera conducido un vehículo de la marca Hyundai. «Yo no tengo carné», trató de justificarse. Sin embargo, admitió que semanas después, el 17 de junio del mismo año, fue descubierto por la policía cuando circulaba sin permiso con un automóvil Volkswagen. Aseguró que no conocía a los agentes de nada y que desconocía el motivo por el que le dieron el alto en esta segunda ocasión.
La versión de los agentes de la Policía Nacional sí coincidía con lo expuesto en el escrito de acusación de la Fiscalía. Según relató uno de los funcionarios, él y sus compañeros se encontraban realizando un control rutinario en la calle García Cabrelles. Fue el oficial quien dio el alto al procesado, que actuó como si fuera a detenerse. Pero luego aceleró bruscamente, según continuó exponiendo el policía, dándose a la fuga a gran velocidad hasta llegar a la Cañada.
En peligro la seguridad vial
«No pasó nada porque Dios no lo quiso», aseguró el agente. Según expuso, el acusado puso en peligro la seguridad vial al saltarse varios semáforos en rojo, cruzar pasos de peatones sin detenerse y provocar que los automóviles se apartaran a su paso para evitar un accidente. Agregó también que el joven embistió un coche policial Zeta que trató de darle el alto en el puente que hay antes de llegar a la Cañada. Al entrar en la barriada lo perdieron de vista, admitió. «Nos empezaron a tirar vasos, sillas…», comentó el policía.
El segundo agente declaró que el procesado estuvo a punto de atropellar al oficial al iniciar su huida hacia la Cañada. Según apuntó, él mismo reconoció al procesado el 17 de junio al verlo en la zona del Rastro conduciendo otro vehículo. «Le paré y no llevaba carné de conducir», confirmó el policía.
Tras escuchar los testimonios, la fiscal solicitó una sentencia condenatoria para el acusado. Como alegó, en la vista había quedado debidamente probado que el joven condujo sin permiso y puso en peligro la vida de los propios agentes. La defensa, por su parte, reclamó una sentencia absolutoria para su defendido.
La magistrada tendrá que dictar sentencia.
