La Consejería de Fomento anunció ayer que será "casi con toda certeza" en la segunda quincena de mayo cuando la empresa CSA Licitaciones Obras y Servicios comience las obras de rehabilitación de la fachada del grupo de vivienda de Averroes que finalmente tendrán un coste de 131.767 euros tras ser sacado a licitación por unos 175.000 euros y que se realizarán durante siete meses, tras la firma este miércoles del acta de comprobación del replanteo de las obras. La dirección facultativa de la obra la llevará la empresa Cemosa, adjudicataria de los estudios y patologías de rehabilitación de los edificios. El consejero de Fomento, Javier González, desgranó cada una de las actuaciones que tendrá que realizar la constructora en la fachadas que se derrumbaron de los bloques 7 y parte de los bloques 13 y 15. Concretamente, apuntó en la fachada del primero se repondrá el cerramiento que se desprendió al igual que entre los otros dos bloques.
Además, en el alzado de los tres bloques se demolerá parte del cerramiento que actualmente está y se rehace tras detectar que estaba en "un peligro con probabilidades de que se pueda caer".
La constructora realizará una demolición de una parte de los bloques mencionados además de impulsar algunas acciones previas de limpieza para quitar elementos que impidan la rehabilitación. La reconstrucción y cerramiento costará unos 70.000 euros, y posteriormente se dedican otras partidas a trabajos menores en el interior de las viviendas como la pintura, la gestión de residuos y el control de calidad y ensayos de obras.
Aún así, a preguntas de los periodistas, explicó que no está previsto que los inquilinos o propietarios de viviendas deban desalojar el edificio durante un largo periodo de tiempo al ser en el exterior y ser el cerramiento de una doble pared.
Sin embargo, indicó que posiblemente se les avisará por si quieren evitar los ruidos pero en un principio no existe peligro durante las obras más allá de que la empresa empiece a actuar sobre terreno y sí lo vea necesario.
“No hemos parado de trabajar”
La obra se pagará con el Capítulo de Inversiones de la Consejería de Fomento y la dirección de obra, el control de calidad, la seguridad y salud y todo aquellos que corresponden a los honorarios de técnicos han sido contratados por Emvismesa.
En general, apuntó, todas las actuaciones realizadas desde el derrumbamiento de la fachada en junio de 2015 han sido abonados por la Ciudad, pero todos los gastos junto a los daños y perjuicios que puedan demostrar inquilinos o propietarios de las viviendas, serán cobrados a los responsables, que según el expediente de la Ciudad, son Dragados y los cuatro arquitectos.
González recordó que fue en 2015 cuando empezaron a trabajar en el "desagraciado accidente" del derrumbamiento de la fachada del grupo de viviendas y asegura que "no han parado de trabajar" y se ha realizado con toda la "pulcritud jurídica y administrativa".
Ni una actuación
Es por ello, que fue hace unos meses cuando mantuvo un encuentro de acercamiento con responsables de Dragados y dos de los arquitectos técnicos superiores quienes aseguraron que, por recomendación de las aseguradoras, no van a ejecutar nada de la obra, tras la propuesta de la Ciudad, quien deberá dar cuenta de todas las actuaciones.
Aún así, la intención de la empresa y los arquitectos es de llegar a un acuerdo económico para que entre las aseguradoras lleguen a un pacto de proporcionalidad de responsabilidades.
Dicho acuerdo que pretenden conseguir es actualmente "muy difícil", reconoció el consejero de Fomento, dado que se está llevando a cabo la primera fase y cuando se termine es cuando se podrá saber si las actuaciones están siendo las correctas o hay que realizar algunas más.
Segunda fase de reparaciones
Emvismesa ya tiene contratado con la empresa Cemosa el proyecto para la segunda fase de arreglo de las fachadas de Averroes y desde Fomento esperan que en la primera quincena de junio esté listo el borrador del proyecto para poder supervisarlo.
Esta segunda fase comprendería la actuación en las 77 plantas con riesgo elevado, las 49 con riesgo alto y las 32 con riesgo medio que detectó Cemosa. González indicó que se analizará si hace falta mayor número de testigos sobre la parte que no se ve del edificio, especialmente, después del seísmo que azotó la ciudad hace casi año y medio.
Los problemas detectados fueron diversas grietas en las ventanas, fisuras en las piezas prefabricadas que forman el alfeizar de las ventanas, separación de los refuerzos de la parte alta de la ventana y también había fisuras en las terrazas que correspondían a lo que se había separado del cerramiento exterior.
