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Denuncia Pública

La policía y "algunos de policía”

Con fecha 16 Abril 2014, miércoles previo a Jueves Santo, me disponía a salir de viaje a Marruecos, y ocurrieron unos hechos en la frontera de Beni Enzar, zona española que quisiera destacar. 7.30h.A.M. 16/4/14
Me dirijo hacia la frontera y a la altura de la cubierta en forma de ola, me encuentro a varios todoterrenos pertenecientes a un club de aventuras de Melilla y los adelanto lentamente hasta colocarme a la derecha del primero de todos que está parado. Paro a un metro del morro del coche y cuando el policía que está allí controlando, da paso, y arranco. A 5 metros ya pasado el policía escucho una voz, deteniéndome para ver que ocurre y me llama, dando la vuelta y me acerco a él. Una vez allí, le pregunto que “qué ocurre” y su respuesta fue la siguiente:

  • Policía: Vete de aquí ahora mismo, me cago en tu puta madre”.
  • Yo: ¿perdón, qué me dice?
  • Policía: ¡Que te vayas de aquí ahora mismo, que te voy a meter….! Por ahí mismo…

(que era en dirección contraria de los vehículos del mencionado club 4×4)
Hago caso, extrañado, claro, y vuelvo a ponerme a la derecha del primer vehículo para intentar volver a pasar a disfrutar de mis vacaciones. Y estas fueron sus palabras:

  • Policía: ¿Qué haces aquí otra vez? ¡Te he dicho que te vayas para atrás o te tiro la

moto al suelo!

  • Yo: Oiga, que me quiero marchar de vacaciones, y tengo que salir por aquí. ¿Que por qué me trata así? ¡Que soy un súbdito español!
  • Policía: Tira patrás y vete al barrio Chino y fuera de aquí (haciéndome volver de nuevo en sentido contrario a los coches que iban camino de Marruecos, y mirándome extrañado).

Hice caso, claro, qué iba a hacer y cuando me dirigía hacia otro grupo de policías (unos cuatro) y cerca de la rotonda de la bandera pero dónde empieza el carril de entrada, me paro ante ellos, y me preguntan que qué estaba haciendo. Les comenté lo que ocurría y uno de ellos contestó que estaba prohibido pasar motocicletas por ahí. Extrañado le dije que me marchaba de vacaciones y que tenía que salir por ahí, sin más remedio. A su vez otro policía, comunicaba vía talky con el compañero que me impedía el paso, aclarándole que llevaba equipaje pequeño. El equipaje consistía en saco de dormir, esterilla, tienda de campaña y bolsa con algo de ropa y enseres personales.

Nuevamente me puse en situación de salida y le comenté a ¿ese policía? Que qué ocurría conmigo, contestando que tirase palante y que no le contara mi vida. Y por fin me pude marchar.

En estos días, la frontera está revuelta de manera especial por los hechos que acontecen con el tema subsaharianos, y todos los problemas que originan los contrabandistas, palabra que yo utilizo, para realizar el COMERCIO ATIPICO autorizado por las competencias que sean. Si en su día se hubiesen hecho las cosas mejor, pues no hubiesen ido a más, personas que se buscan la vida y con poca formación y muertos de hambre y que trabajan para mafias adineradas y bien organizadas al otro lado.

En su día publiqué en este mismo periódico un artículo en el que agradecía y compadecía a los cuerpos de seguridad nacional por su tortuosa labor a diario para velar por nuestra seguridad y comodidad. Lo que no entiendo es que a esa hora de la mañana, que no hay movimiento alguno, cierta persona de uniforme, por decir algo, me confunda con un contrabandista llevando una moto de gran cilindrada, con equipaje de camping y con maneras de hablar que no sean el típico: “Pardona senior…. Mera, yo llieva pocco pa familia….. Ar favó, grasia…”, y con todo mis respetos hacia gente que al menos saben decir algo aunque sea para buscarse la vida y en otro idioma. Aparte, de los modales y el protocolo que debe haber para cualquier persona decente y, presumiblemente decente, por parte de este cuerpo de seguridad nacional que es la Policía Nacional. En estos días, además, ha habido afluencia de motoristas, como yo, y procedentes de España y el extranjero, y que además me he encontrado por ahí. ¿Se imaginan el feo terrible que se hubiese dejado en la frontera de Melilla, ante personas que buscan unos días de disfrute y de relax, allá donde fueren?
En fin, lo que más me jodió, es que esta persona, por decir algo, se vino conmigo de viaje durante todo el día porque nunca entendí el trato vejatorio al que fui sometido….y por la cara. Quizás deberían utilizar los fantásticos Epi y Blas para formar a ciertas personas sobre MOTORISTA Y CONTRABANDISTA. Y un saludo para aquellas personas que realizan su labor en la frontera y fuera de ella, con modales, educación y el respeto que cualquier ciudadano debe recibir.

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