Están buscando una solución para instalar un depósito para almacenar agua caliente y disponer de ella las 24 horas del día, algo necesario porque la piscina, que carecía de él, está abierta al público de 7.00 a 23.00 horas
La piscina municipal está ya a casi pleno rendimiento tras haber transcurrido 20 días desde su reapertura después de casi tres años en los que esta infraestructura ha estado cerrada por obras para intentar reparar una actuación anterior que derivó en un procedimiento judicial aún en curso. A preguntas de los periodistas, el consejero de Infraestructuras, Urbanismo y Deporte, Rachid Bussian, ha explicado que, en estas casi tres semanas en las que la piscina melillense ha vuelto a funcionar, han encontrado cosas que hay que mejorar, lo que evidencia que “se ha montado un motor Ferrari a un chasis de un Renault 2”.
Con esta metáfora, el consejero ha querido hacer ver que las instalaciones que se han incorporado son muy novedosas e informatizadas para esta instalación que, como ha reconocido, seguramente habría echado abajo y construido una nueva si las circunstancias de esta obra hubieran sido diferentes y no hubiera tanta necesidad de piscinas en la ciudad.
De hecho, considera que Melilla hace falta “una segunda y una tercera” piscina de reducidas dimensiones para dar respuesta a una demanda que, antes de su cierre en marzo de 2020, era de unas 800 personas diarias y que, si bien la cifra ahora es inferior, hay una tendencia al alza en los últimos meses.
Para la puesta a punto de la piscina, su personal de mantenimiento ha realizado un curso específico y práctico a cargo de la empresa pública Tragsa, que se ha encargado de acometer las obras.
Lo que se ha hecho
Bussian ha explicado que, desde la reapertura de la piscina, han recuperado las dos bombas de calor y se han puesto en funcionamiento todas las placas sociales, pese a que no hace buen tiempo en Melilla en las últimas semanas.
Otra de las mejoras que se han acometido estos días es el aumento de la temperatura del agua del vaso pequeño, que alcanza los 27 o 28 grados, cuando la normativa sanitaria indica que debe estar entre los 24 y los 30.
También han solventado el problema de las duchas en los vestuarios y están buscando una solución para instalar un depósito para almacenar agua caliente y disponer de ella las 24 horas del día, algo necesario porque la piscina, que carecía de él, está abierta al público de 7.00 a 23.00 horas.
El consejero ha informado de que el baño libre se ha tenido que cancelar de 18.00 a 20.00 horas para dar respuesta a las necesidades del Club Natación Melilla y la Federación, que tienen un campeonato en la península y no pueden entrenar en la piscina de La Salle, que ha cerrado unos días por un problema con una bacteria.
Esa piscina, ha recordado Bussian, ha servido como alternativa durante el cierre de la municipal gracias a un convenio firmado por la Ciudad Autónoma y el colegio La Salle por un valor de 100.000 euros para el alquiler y reserva de varias de sus calles.
Asimismo, ha avanzado que, para que los miembros del club y la federación puedan participar en el Campeonato de España, el área de Deportes ha firmado una petición para que se desplacen a la península de manera gratuita gracias al convenio con Trasmediterránea.
