El presidente de la patronal, Enrique Alcoba, advierte que este nuevo sistema genera «un agravio comparativo» entre trabajadores con contratos antes del 31 de agosto y «los nuevos que puedan venir»: «Unos van a cobrar la bonificación y otros no», dice
La Confederación de Empresarios de Melilla (CEME) ha mantenido este miércoles al mediodía una reunión con la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, con el fin de poder «aclarar todas las dudas» que ha suscitado entre el sector empresarial el nuevo sistema de bonificación del 50% a las cuotas patronales de la Seguridad Social, más aún tras el anuncio que lanzó la semana pasada Moh aclarando que este nuevo sistema tan solo afecta a los contratos que se firmen a partir del 1 de septiembre, mientras que los que se hayan formalizado hasta el 31 de agosto podrán seguir disfrutando de dicha bonificación.
En declaraciones a los medios, el presidente de la patronal melillense, Enrique Alcoba, admite que dicho anuncio les «alivia bastante» tanto a empresarios como trabajadores. No obstante, las dudas empezaron a aflorar en la patronal con el hecho de que los contratos que se formalicen a partir del 1 de septiembre tienen que atenerse al nuevo sistema de bonificación.
En este sentido, la patronal se ha mostrado «totalmente en contra» de este nuevo sistema e insisten en que se derogue el Real Decreto 1/2023. «Yo creo que esto nos limita mucho y genera un agravio comparativo entre un trabajador y otro, los que estaban antes del 31 de agosto y los nuevos que puedan venir. Va a crear un conflicto de intereses en el sentido de que unos van a cobrar esa bonificación y otros no la van a cobrar», explica Alcoba, advirtiendo que este nuevo sistema genera también una «inseguridad jurídica» en las empresas, que dejarían de ser «atractivas».
«Estamos vendiendo los beneficios fiscales de la ciudad, y esta (bonificación del) 50% a la Seguridad Social es fundamental», defiende el máximo responsable de la patronal, que asegura que seguirán trabajando para mantener dicha bonificación.
«Muchas dudas»
Alcoba asegura que el nuevo sistema de bonificación genera «muchas dudas» entre el sector empresarial, ya que les «limita a contratar» a los trabajadores, «tiene que estar tres años en la empresa, a contrato indefinido, por más del 50%, etc. «Limita muchísimo a las personas a contratar», subraya, asegurando que «ninguna empresa va a solicitar la subvención de los 262 euros«, y los trabajadores tampoco.
Señala que «son muchos los requisitos» que requiere este nuevo sistema para contratar a los trabajadores y, posteriormente, mantenerlo en su puesto de trabajo. «Darle 20 horas de formación con el coste a la empresa, en horas de trabajo, solicitarlo a Hacienda por la subvención que presuntamente luego se va a recibir si hay partida presupuestaria… Todo eso junto va a ser inviable», resume, insistiendo en que se derogue el RD 1/2023.
Lamenta que, al contrario que en la ciudad hermana de Ceuta, los sindicatos UGT y CCOO «se hayan descolgado» de la posición que insta al Gobierno de España a que se derogue el RD 1/2023, diciendo que «es beneficioso para el trabajador». «No sé exactamente en qué apartado dice eso que vayan a cobrar esa subvención, porque habría que negociarlo empresas y sindicatos como hicimos en el 2004 con el reparto de la bonificación, que en este ni lo pone, ni estamos dispuestos a firmarlo porque no lo vamos a solicitar la mayoría», afirma.
Por su parte, la delegada del gobierno ha tomado nota y ha recogido las inquietudes planteadas por los empresarios para trasladarlas al Gobierno central en funciones. Con respecto a esto último, Alcoba muestra su inquietud por la incertidumbre política a nivel nacional sobre la formación de nuevo gobierno, que provocará que se «ralenticen todos los contratos en este tiempo ante la inseguridad jurídica» que genera.
«Negativo»
A preguntas de los periodistas, el presidente de la CEME asegura que este nuevo sistema de bonificación va a provocar un efecto «negativo» en el tejido productivo de la ciudad, que se añade a «todas las limitaciones» que padece el sector empresarial, como que la aduana comercial con Marruecos siga cerrada más de cinco años después y que el régimen de viajeros está abierto en una única dirección.
«Por lo menos que nos dejen como estábamos», pide, dejando claro que este nuevo sistema de bonificación «no es bueno ni para la ciudad, ni para el futuro, ni para atraer empresas nuevas».
