Todos estamos de acuerdo que es inhumano y sangrante que esta pobre gente que tiene que abandonar sus casas, sus familias, sus países para buscar una esperanza de vida muy lejos de la tierra en que nacieron no se merecen, después de tantas penalidades, volver a jugarse la vida bien tirándose al mar -para ganar la orilla de la Esperanza de una mejor vida- bien saltando las vallas, … …alambradas y demás obstáculos policiales y legislativos que nuestro Estado de Derecho (tan ensalzado por los políticos, a veces) han puesto para defender la frontera de Europa…Melilla y los melillenses siempre hemos tenido fama de acogedores. Nos encanta que venga gente a vernos y disfrutar de nuestra Ciudad y de sus múltiples atractivos. Si siempre ha sido así, ¿por qué tenemos que salir en los “telediarios” y en los periódicos digitales y de papel – día sí y otro, también- como si fuésemos una fortaleza asediada y asaltada constantemente…?
Esa situación ya pasó a la Historia hace muchos años. En el siglo XXI, estamos integrados cuatro culturas en la misma Ciudad. O, al menos, presumimos de ello. Algunas veces, dicen que somos ejemplo de convivencia. Otras, no tanto… Muchos han olvidado que desde 1929 nuestra Ciudad ostenta el título de MUY CARITATIVA… Que yo sepa, no nos lo han retirado. Y somos tan abiertos y generosos con nuestros visitantes como el resto de los españoles. Históricamente, los españoles hemos recibido con los brazos abiertos a los fenicios y cartagineses, a los celtas y a los romanos, a los árabes, a los franceses (bueno, a los franceses los recibimos con navajas, guerrillas y tirabuzones)… y, ahora, recibimos encantados a los turistas de todos los países del mundo. Y nosotros, los melillenses, como buenos españoles, también estamos encantados de recibir y agasajar a todos los turistas que nos lleguen por tierra, mar y aire… sobre todo, por tierra.
Dado los últimos acontecimientos que estamos viviendo en nuestra Ciudad y ante la falta de eficacia para frenar las avalanchas de los emigrantes con los medios actuales y la falta de comprensión de muchas instituciones y autoridades con este problema y la hipocresía de tanto defensor de derechos humanos, creo que nuestros políticos (locales, nacionales y comunitarios) deberían dar una respuesta más inteligente y eficaz al problema de la inmigración. Mi propuesta, en este sentido, es la siguiente:
Hagamos una JORNADA SEMANAL DE PUERTAS ABIERTAS EN MELILLA consistente en que se dejen las puertas de Melilla abiertas a la negros para que previo sorteo realizado entre los negros que se concentran en el Gurugú y ante el representante de una ONG acreditada internacionalmente (por ejemplo PRODEIN) para que luego no puedan alegar discriminación, abusos o racismo y puedan entrar en Melilla sin poner en peligro sus vidas y las de los policías y guardias civiles que están para impedir la intrusión ilegal. Digo negros, no peyorativamente, sino porque aún no hemos visto ningún blanco, ni amarillo, ni cobrizo, ni aceituno ni ninguna negra, blanca, amarilla, cobriza o aceituna entre los “saltantes” –que no asaltantes- de la valla fronteriza. Cuando estudié bachillerato así se denominaban las razas existentes en el planeta Tierra… Ahora, ya ni se sabe… y aunque a los negros les llamen eufemística y avergonzadamente “de color”, siguen siendo negros.
Pues bien, los negros afortunados en el sorteo semanal (en número no inferior a 200 ni superior a 1.499, por poner una cifra) serían escoltados por los “mehanis” desde el Gurugú hasta nuestro puesto fronterizo y acompañados de una orquesta típica rifeña tocando música de ”El Reggada”. Los guardias marroquíes estarían, más que nada, para evitar que se colasen algunos de los muchos que pululan por allí y que intentan entrar diariamente por la frontera a comprar o a otras actividades menos recomendables.
En la frontera española, debidamente engalanada con las banderas de Melilla, España y, sobre todo, la de la Unión Europea, serían recibidos – como bien ha propuesto nuestro Presidente- por un grupo de azafatas (y azafatos, faltaría más) que, en vez de llevarlos al CETI o a la Comisaría, los acomodarían en la COA o en el Trenecito para hacer un recorrido por Melilla, como se hace con los turistas que llegan en los cruceros captados por nuestro incansable Vice-consejero de Turismo. Ya puestos, podríamos añadir al recibimiento la banda de cornetas y tambores del Tercio Gran Capitán (por supuesto, desarmados) que amenizarían el paso de la frontera con marchas militares y pasodobles toreros. La del Tabor de Regulares mejor que no vaya porque con el “tarbuch” rojo los pueden confundir con los “mehanis” y salir corriendo otra vez al Gurugú…
Previamente, los funcionarios de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (o sea, los “crueles y desalmados” policías de la frontera) en vez de pedirles la documentación y todo ese jaleo de la identificación que tantos quebraderos (y alguna roturas y brechas) de cabezas les proporcionan, amablemente y sin usar ningún tipo de medios antidisturbios desagradables y peligrosos, les harían entrega de un salvoconducto (Laissez-Passer de las Naciones Unidas) con validez de un sólo día para que puedan entrar “legalmente” en Melilla y, por tanto, en España. Porque hasta hoy –que yo sepa- estamos en España, incluso en la Unión Europea, aunque últimamente parezca otra cosa… También, y sobre todo, a aquellos que lo pidan educadamente se les llevaría al Hospital. Si les hace falta una revisión dental o una radiografía o cualquier tipo de asistencia sanitaria, por supuesto que se les facilita, como a cualquier hijo del vecino -del vecino país- que se viene hasta el Comarcal exigiendo sus derechos a la Sanidad española, sobre todo, la gratuita. Y es que los de Melilla, somos así: MUY CARITATIVOS y generosos.
Bueno, una vez acabada la visita turística (cultural o sanitaria, a cada uno lo suyo) en el Kiosco de Información sito en la Plaza España se les daría a cada uno de ellos un vale para poder comer en cualquiera de los magníficos establecimientos de restauración (bares, cafeterías, restaurantes, fondas, escuela de hostelería, asociaciones de vecinos, etc.) y pudiesen disfrutasen de la magnífica cocina mediterránea y otro vale (sólo bebidas no alcohólicas, por aquello de la religión y la salud) también para los “pubs”, como “Luz de Gas” donde además pueden ver gratis los partidos del “barsa-barsa”. Carmelo, estará encantado de obsequiarles con una camiseta firmada de Cruyff que están de rebajas. La firma, se supone que es de Cruyff. Yo, como soy más del Betis, no la conozco bien. Pero podéis fiaros de Carmelo.
Por cierto, mientras esperan en la cola para recoger sus correspondientes vales, a los más emprendedores se les permitirá (exceptuándoles de la prohibición de la Ordenanza municipal) que monten sus chiringuitos de venta de “kleenex” o lavadero de coches en la vía pública que es el primer negocio que todos los negros emprenden al llegar a la Península. Luego ya se meten en el mundo discográfico (top manta) y en la moda (mercadillos de ropa) También se les proveería de otros vales para que pudieran ser canjeados por ropa y otros bienes de consumo (camas, ropa de casa, electrodomésticos, etc..) que les facilite el equipamiento de su futuro nuevo hogar en Europa.
Tanto mi amigo Jacobi Wahnon del Hotel Anfora, como el resto de los hoteles y pensiones de nuestra Ciudad colaborarían, previa entrega del vale correspondiente, con una buena habitación donde poder reponer fuerzas mediante una siesta y una buena ducha reparadoras.
Y, por la tarde o noche, se les llevaría a nuestra magnífica Estación Marítima como participantes VIP de la OPE (Operación Paso del Estrecho) para que –previa frugal colación (antes se decía: merienda-cena)- fuesen alojados en los magníficos buques que, gracias al Contrato de Transporte Marítimo (en trámite de adjudicación por culpa de las “malditas” y nunca bien ponderadas navieras), serían llevados hasta EUROPA (Málaga, Almería o Motril, a elección del turista) que es la meta de su lucha contra la valla. Allí, los responsables de la OPE en esos puertos se encargarían de recibirlos como hacen con los miles y miles de emigrantes marroquíes que pasan por allí todos los veranos. O, incluso, mejor si cabe. Todos sabemos que ni los malagueños, ni granadinos, ni almerienses son racistas y, por tanto, estarán encantados de ofrecer su hospitalidad y generosidad a “nuestros” negros… que pasarían a ser “suyos”. TODOS SUYOS… Y allí que se encarguen de tramitar todo lo tramitable y exigible para su legalización o expulsión de Europa
Por supuesto, el coste de las azafatas y azafatos (calculamos la creación de al menos 50 puestos de trabajo) , los billetes de la COA, de la asistencia sanitaria, el de los vales de comida y los de las tiendas, hoteles y demás prebendas sería íntegra y generosamente sufragado bien por Dña Cecilia Malmström, la muy p… Comisaria Europea de Interior, bien por esas tantas ONG que se lamentan y denuncian el maltrato que reciben los pobres inmigrantes que consiguen entrar en Melilla.
Aunque parezca mentira, es una propuesta seria – que puede tener encaje legal en el ordenamiento jurídico español y comunitario – y que beneficia a todos: primero, a los negros que alcanzarían su anhelo de llegar a Europa; después, a las Fuerzas de Seguridad que dejarían de soportar insultos, vejaciones, ataques físicos y morales y de estar en boca de todos por el simple hecho de cumplir el deber y la obligación que les hemos dado en nuestra Constitución de defender las fronteras de España. Y, por último, los comerciantes y hosteleros que, con la Presidenta de la Cámara de Comercio y con el Viceconsejero de Turismo, al frente, al atender en un solo día a tantos clientes tendrían un incremento de las ventas en sus negocios con el consiguiente beneficio ellos, sus trabajadores y para la Hacienda Pública y la de la Ciudad.
Y, con esta simple medida, todos FELICES y CONTENTOS. Todos, menos las mafias y los que viven de la miseria y el sufrimiento de estos pobres negros. Con todo cariño y respeto por los negros y, sobre todo, por mis conciudadanos de Melilla la ofrezco para que PP, PSOE, CPM,UPYD, PPL, CIU, IU, PNV, ERC o a cualquier otro partido político, incluso a BILDU, la hagan suya y NOS DEJEN VIVIR EN PAZ como desde hace tantos años se vivía en nuestra querida MELILLA.
