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El rincón de Aranda

“Historia del Movimiento Obrero en Melilla”

melillahoy.cibeles.net fotos 1618 Juan Aranda web

Este es el título del arduo trabajo elaborado por mi buen amigo Miguel Ángel Roldán Guijarro, y de su compañero, en temas literarios y personales, Francisco Narváez López.

La obra consta de tres tomos, con sendas etapas sobre la historia de nuestra ciudad: el primero de 1893 a 1929; el segundo de 1924 a 1936, y el tercero (aún no publicado) de 1937 a 1983.
Pero créanme si les digo que lo que he leído de estos dos tomos, es muy clarificador, y muy didáctico, que nos enseña una parte del movimiento obrero y político, con documentos sobre el golpe de estado del 17.07.1936, en Melilla. Es muy clarificador porque, con sus notas a pié de página, y su bibliografía, publicada durante más de un siglo, nos enseña una parte de nuestra historia, que muchos melillenses ignoraban, y que yo, personalmente agradezco por lo didáctico de su lectura, ya que sin raíces, como saben, no somos nada, por eso creo que debemos saber toda la historia de nuestros mayores. Tengo la impresión de que existen personas, que por no conocer la historia, la nuestra, creen que no ha existido. Pero como se puede leer en estos dos tomos: “El carácter militar de Melilla fue esculpido de tal manera, que en pleno siglo XXI aún pervive en la conciencia de la ciudad, penetrando en sus instituciones, condicionando su marco social, económico, y por supuesto su espacio y ordenación urbana (…)”. Muchos que peinamos canas, sabemos que sí existió, y a veces con todos los agravantes. Como ejemplo tenemos aquélla década de los años 30, que había gente que odiaban y denostaban la II República, pero muy bien que la utilizaban, como en la actualidad muchos sinvergüenzas utilizan la democracia para sus propios intereses.

Yo siempre he pensado que la única que perdió en la Guerra Civil, fue la II República, que desapareció como garante de los principios de la Ilustración, contra los que precisamente se levantaron los fascistas, conmilitones franquistas, que antes juraron defenderla.

Después, en la posguerra, muchos españoles, y por ende, melillenses, llevaban dibujado el hambre en sus rostros; y algunos con miedo, siendo inocentes. En todas las ciudades de España se palpaba la miseria y la desesperanza; pero también, ¡claro!, se apreciaba la euforia de los vencedores, durante varias décadas, como ocurría aquí, en nuestra ciudad.

Como soy un hombre de izquierda, y no pertenezco a ningún partido político, tengo la puta manía de pensar por libre, lo que para mucha gente me convierto en un individuo poco de fiar, cosa que me importa un gran carajo.

Creo, queridos lectores, que estos tomos están a la venta en “La Librería”, en calle O´Donnell nº 10. Yo les recomiendo su lectura, principalmente a los sindicalistas, actuales representantes de los trabajadores, y gente de izquierda, ya sean afiliados a esos partidos o vayan por libre como este que les escribe. Se lo recomiendo a los de izquierda para que sepan lo que sus antiguos compañeros, fundadores de esas agrupaciones obreras y partidos políticos, padecieron en sus carnes la persecución, la cárcel y algunos la muerte. Y todo porque eran unos rojos.

También pueden los del PP “Azul” o los del PP “Naranja”, tomar nota; aunque solo sea para ilustrarse. Que siempre viene bien algo de historia de la buena.

Y para terminar les diré que hace algunos años leía yo un “carta”, con una retranca que no tenía desperdicio alguno. La que un periodista de Algeciras, le dirigía al criminal-dictador chileno, Augusto Pinochet, cuando éste se encontraba detenido en Londres por orden del juez Garzón:
“Ayer le vi por la tele, mi general. Le encontré viejito, gacho por la vaina de los años -que los muy cabrones no perdonan-, pero con la misma dignidad que demostró hace más de veinte años en el entierro de su compadre Franco.

Le recuerdo caminando con marcialidad que le confería su uniforme de Gran Capitán de la Patria, sus botas altas de montar y su capa blanca al viento frío de invierno de aquel noviembre madrileño. Claro que también están los maricas de siempre que recuerdan a Amanda, la lluvia en el pelo, y quieren someterle a la vergüenza de un juicio, mi general, de gallegos rojos que no tienen tantito así de idea de lo que es la Patria. ¡Cabrones!, Traidores!.
¿Y todo por qué, mi general?. Por nada. Por un cantante de mierda, un político comunista huevón y unos cuantos marxistas maricones a los que hubo que balearlos o desaparecerlos porque no valían para nada después de un poquito de picana. Carajo, mi general, ¡pero si habría que darle una medalla por lo que hizo!. Pero no. En lugar de eso le montan esta cumbiamba de jueces estrella y le llaman asesino y traidor. A usted, mi general: el vencedor del comunismo.

Véngase para la patria, mi general. Pero no olvide traer con usted a todos sus muertos”.

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