El grupo socialista en el Ayuntamiento y los partidos en la oposición municipal saldaban la deuda que tenían pendiente. En el transcurso de una sesión extraordinaria se contestaron a todas aquellas interpelaciones y mociones que habían quedado en el tintero, suscitándose un pequeño debate político que se centraba, fundamentalmente, en las soluciones a la venta ambulante ilegal, la actitud del Ayuntamiento frente a la empresa constructora de la planta incineradora y la Escuela de Enfermería.
Se producía un leve descenso del paro en Melilla durante el mes de enero. Los sindicatos consideraban engañosos los datos oficiales.