La Policía detenía al autor de los asesinatos de José Antonio Rueda y Tomás Campos, que aparecieron muertos en sus respectivas casas estrangulados. La intención del homicida era robar a las víctimas. El presunto autor era un joven marroquí de 21 años que confesó su autoría.
Esa mañana se celebraba por toda la ciudad una caravana automovilística a la que se invitaba a participar a todos los melillenses, para hacer sonar el claxon de sus vehículos y reivindicar un estatuto de autonomía para Melilla.
Yafar Hassan, secretario general de la Asociación Religiosa Musulmana de Melilla afirmaba que el borrador del futuro estatuto era peor para el colectivo musulmán que la propia ley de Extranjería.