Las noticias de posibles problemas en Marruecos con motivo de alguna manifestación sobre los acontecimientos de la Guerra del Golfo, junto con un mayor control fronterizo, frenó el número de melillenses que visitó el país vecino el fin de semana. Nador pareció una ciudad fantasma con las calles y restaurantes vacíos. La prensa marroquí mantenía un absoluto silencio sobre todo lo concerniente a la guerra.
En Melilla, la Plataforma contra la Guerra, impulsada por distintos colectivos melillenses, cristianos y musulmanes, tenía previsto celebrar en esa jornada una concentración por la paz en la que se leería un comunicado. Los organizadores aseguraban que no se posicionaban a favor de ningún bando, pero sí por la paz.