Más de 2.000 personas secundaron la manifestación contra el terrorismo que convocó Aulas de Tercera Edad, a la que también asistieron el presidente de la Ciudad, Ignacio Velázquez, y el ex delegado del Gobierno, Manuel Céspedes. La protesta se desarrolló sin incidentes y concluyó con la lectura de un manifiesto en el que Melilla se solidarizaba con el resto del país y rechazaba cualquier atentado terrorista. Asimismo, Cruz Roja enviaba con poco éxito a un intermediario para que mediara en el conflicto que afectaba al colectivo de inmigrantes.
UGT acusó al Consejo de Administración de Promesa de actuar "bajo intereses" porque "no existieron representantes sindicales en los tribunales".