El senador del PP, Carlos Benet, pedía al PSOE que permitiera el acceso de Mohamed Al-Lal a la Cámara Alta, para que la representación parlamentaria de Melilla volviese a estar completa. Además calificaba de lamentable que Gonzalo Hernández, secretario general, no hubiese aún renunciado al escaño a pesar de la inhabilitación que pesaba sobre él. Además Benet anunciaba que el Senado aprobaría en febrero los estatutos de Autonomía de Ceuta y Melilla.
Con unas 1.300 personas de testigo y una mínima parte de ellos disfrazadas, el tradicional certamen de murgas de Carnaval quedaba reducido a una exhibición de las dos únicas agrupaciones inscritas.
Se colocaba la primera piedra del futuro Pabellón Ciudad de Melilla.