Unos 60 inmigrantes de origen centroafricano, sin documentación, que habían sido trasladados de Melilla a la Península, se encerraban en la Catedral de Málaga, como medida de protesta al entender que las autoridades españolas no estaban propiciando todas las garantías documentales necesarias para evitar la aplicación de la Ley de Extranjería.
Las entidades bancarias nacionales confirmaban un descenso de la actividad económica en Melilla, fruto de la inestabilidad política que se vivía en el seno de la Ciudad Autónoma.
La fiesta fin de temporada de la familia baloncestística concluía con discusiones, insultos y agresiones por personajes conocidos del mundo deportivo local.
Unos 60 inmigrantes de origen centroafricano, sin documentación, que habían sido trasladados de Melilla a la Península, se encerraban en la Catedral de Málaga, como medida de protesta al entender que las autoridades españolas no estaban propiciando todas las garantías documentales necesarias para evitar la aplicación de la Ley de Extranjería.
Las entidades bancarias nacionales confirmaban un descenso de la actividad económica en Melilla, fruto de la inestabilidad política que se vivía en el seno de la Ciudad Autónoma.
La fiesta fin de temporada de la familia baloncestística concluía con discusiones, insultos y agresiones por personajes conocidos del mundo deportivo local.