Arturo Esteban, delegado del Gobierno, era acusado por el portavoz de Los Verdes, Mimun Mojtar de incurrir en "invitaciones maliciosas y delictivas" al sugerir que las familias melillenses acogiesen a los inmigrantes que no disponían de plaza en el centro de estancia temporal (CETI). La formación que dirigía Mojtar recordaba al representante del Ejecutivo que nadie puede ofrecer residencia a indocumentados y subrayaba que las inducciones al delito también estaban penadas por las leyes españolas.
Los trabajadores del Centro Asistencial volverían a concentrarse como protesta por el incumplimiento del convenio colectivo que les unía laboralmente al patronato de la institución. Reclamaban el pago de unos atrasos cifrados en quince mil pesetas mensuales.