Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Logo de Melilla hoy

Fernando Portillo: “No toda vulneración de la norma administrativa implica corrupción”

El juez decano de Melilla, Fernando Germán Portillo, frente a las Torres del V Centenario

El juez decano de Melilla, Fernando Germán Portillo, concede una entrevista a MELILLA HOY después de que el verano haya comenzado con los juicios de causas muy esperadas, como el ‘Caso Abogados’ o el del ‘Voto por Correo’. Con prudencia, el jefe de los magistrados explica que en ocasiones la instrucción se dilata más de la cuenta porque así lo requiere la complejidad de la propia investigación. En relación al ‘Caso Abogados’, aclara que no todas las infracciones administrativas implican corrupción, aunque se hayan tenido que dar indicios para que el procedimiento haya terminado en juicio. Apunta que quedan causas importantes, como ‘Ópera’ o ‘Salander’, aunque habrá que ver si llegan a juicio o se terminan archivando. -El verano ha arrancado con dos macrocausas esperadas en Melilla. Una, el ‘Caso del Voto por Correo’, con 28 procesados; y, otra, el ‘Caso Abogados’, con 13 acusados. ¿Cómo afectan este tipo de juicios al ritmo de la Administración de Justicia?
-Este tipo de juicios implica sobre todo un plus desde el punto de vista de la organización de las salas. Por ejemplo, el ‘Caso Abogados’ se ha celebrado en la sala que habitualmente es utilizada por la Sección Séptima de Málaga en Melilla de la Audiencia Provincial, aunque la causa pertenezca al Juzgado de lo Penal número 1 de Melilla. Esto ha sido así puesto que había muchos letrados defensores y no se podía hacer en otra sala. A su vez se ha tenido que recolocar a la Audiencia Provincial en otras salas para que pudiera celebrar los juicios que tenía señalados.

-¿Qué ocurre con las causas que, como con el ‘Voto por Correo’, tardan tanto tiempo en llegar a juicio? ¿No se resiente la justicia?
-Es verdad que la fase de instrucción a veces se dilata más de lo que nos gustaría. En este caso concreto entiendo que habrá que estar pendientes para saber si el retraso está justificado o no.
En todo caso, dado que se trata de un proceso que se está empezando a enjuiciar, quiero ser muy prudente por respeto a los tres compañeros magistrados de la Sección Séptima de la Audiencia Provincial, que son quienes tienen que enjuiciar el caso. Valorar si hay o no hay retraso creo que es meterse en un terreno que no me corresponde.

-Hablemos entonces de un modo más genérico. ¿Hay justicia cuando pasan varios años desde que se denuncia el hecho hasta que llega a los tribunales?
-El paso del tiempo no interesa a nadie. No interesa al ciudadano por la imagen que percibe de que la Justicia no funciona. No interesa a los encausados, que lo que quieren es que se aclare cuanto antes su situación procesal. Tampoco a las víctimas, que lo que ven es que no se pone en marcha ningún mecanismo de reparación del daño.
No debería ocurrir que una instrucción se dilate durante años, pero es cierto que, a veces, la propia complejidad del asunto requiere que pase tanto tiempo. Ahora sí, con la nueva modificación de la Ley de Enjuiciamiento Criminal la instrucción no puede en un principio superar un plazo de seis meses, aunque sea prorrogable por dos veces en 18 meses.

-Ahora toca esperar a que salga la sentencia del ‘Caso Abogados’.
-Efectivamente. Sobre este caso sólo puedo comentar que si ha llegado a juicio es porque diferentes profesionales, independientes y con distintos criterios creyeron que existían una serie de indicios de delito. Pero las reglas del juicio son distintas a la fase de instrucción. El juez tendrá que ver si esos indicios han cobrado fuerza suficiente para desvirtuar la presunción de inocencia de los procesados.
En todo caso, lo que sí quiero es aclarar que no toda vulneración de la norma administrativa implica corrupción. En absoluto. La vulneración de la ley de contratos, de la ley de subvenciones, o de la ley urbanística, por poner varios ejemplos, no es corrupción.
La corrupción se daría si detrás de esa infracción administrativa se escondiera una intencionalidad torticera. Volviendo a este caso, lo que se ha analizado es si hubo o no hubo infracción y sí, aparte, alguien se vio beneficiado. Toca esperar al dictamen de la resolución.

-¿Tiene conocimiento de otras macrocausas que estén próximas a salir a juicio?
-Sé que todavía quedan varias causas que han llamado la atención de la prensa y que continúan en fase de instrucción. Quedan por salir algunas piezas del ‘Caso Abogados’, de ‘Ópera’ y de ‘Salander’, entre otras. Pero no sé en qué estadío están y si están próximas de salir a juicio.
Uno tiende a pensar que sí, aunque todo depende de la complejidad de la investigación y de los obstáculos que encuentre. Toca esperar para ver el desenlace que tienen, porque puede ser que muchas de estas causas terminen archivándose sin llegar a juicio. La posibilidad está ahí.
Hay que tener en cuenta que para llegar a juicio se tienen que abrir antes varias cerraduras. Primero, el juez de instrucción tiene que ver que hay indicios. Esto tiene que estar respaldado por un fiscal o una acusación. Para llegar a esa conclusión se tienen que basar en informes, normalmente de peritos o de la policía judicial.
Tenemos un sistema muy garantista. Esta forma de proceder antes de llegar a juicio lo que garantiza es que si se celebra un juicio nunca se debe al desvarío ‘de un loco’, en todo caso, sería de ‘varios locos’. Y luego está la fase del juicio, en la que las reglas del juego son distintas. Ahora se trata de que esos indicios cobren fuerza suficiente para que se desvirtúe la presunción de inocencia, lo cual puede o no puede ocurrir.

-¿Se sabe cuántas denuncias no pasan de la fase de instrucción?
-Sé que el 21 por ciento de las veces que el juez de instrucción cree que hay delito, el fiscal no comparte su criterio y la causa se acaba archivando. Habría que repasar la memoria anual de la Fiscalía. Creo que es representativo que, de los cinco juzgados de instrucción que tenemos en Melilla, sólo den trabajo para dos juzgados de lo penal.

¿Qué reivindicaciones hay puestas sobre la mesa por parte de los jueces de Melilla?
-Fundamentalmente, piden más medios para trabajar mejor. Por ejemplo, escáneres. Yo siempre digo que en el país de los ciegos el tuerto es el rey. Afortunadamente, en Melilla tenemos que dar gracias porque se están dando pasos importantes y se están escuchando las peticiones de los jueces.
Por ejemplo, hemos conseguido contar con un ‘JAT’. Es un juez que tiene plaza de titular, pero no tiene adscrito ningún juzgado. Su función es hacer sustituciones o hacer refuerzo. Tenemos que agradecer que se nos haya autorizado para que este juez sirva de refuerzo. Esto lo que significa es que los cinco juzgados mixtos van a contar durante tres meses con un juez que les ayudará a sacar expedientes, lo que va a aliviar la carga de trabajo.
Otra importante conquista tiene que ver con el Juzgado de lo Social. Sin que tenga un volumen de entrada que se pueda considerar excesivo en comparación a los del resto del país, sí es un juzgado que está muy retrasado en señalamientos y en tramitación de asuntos por su propia idiosincrasia y por la problemática específica de Melilla. Bien, pues el Ministerio de Justicia con el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ha creado una especie de juzgado de lo social anexo para agilizar los trámites. Se han nombrado a tres funcionarios más y se nombrará a un juez de refuerzo, lo cual ayudará mucho a que los expedientes salgan hacia adelante.
Podemos estar contentos en Melilla porque el hecho de tener a las Administraciones tan cerca supone una ventaja y una mayor sensibilidad hacia las peticiones de la Justicia, siempre que estén justificadas. Estamos mejor que en otros sitios, lo cual no quiere decir que todavía no queden muchas otras cosas por mejorar.

Loading

Irene Quirante

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€