Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Logo de Melilla hoy

España no va bien

Hay un sentimiento cada vez más generalizado entre los españoles: España no va bien. Un sentimiento especialmente profundo en nuestra ciudad, Melilla, por cierto.

Cuando la economía va mal, todo termina mal. El último ejemplo: La marcha de Ferrovial, que, según leo “revela que España es un infierno fiscal, repleto de inseguridad jurídica que desincentiva la inversión y la creación de riqueza debido a las políticas de los igualitarios empobrecedores. El regocijo de hoy de los envidiosos será su llanto del mañana”. Lo escribe un heterodoxo muy inteligente, Jano García, al que conviene tenerle muy en cuenta.

Hay más barbaridades económicas. El artículo de nuestro colaborador de los lunes que firma como “JB” del lunes pasado titulado “La Ley de la Vivienda contra el mercado y los propietarios”. Contra, no a favor de nadie, excepto de los propagandistas comunistas comandados por Pedro Sánchez. Cualquier persona entiende que si la oferta -lo que se quiere vender- es menor que la demanda – lo que se quiere comprar- los precios del bien (el alquiler de una vivienda, por ejemplo) aumentan. Si lo que un Gobierno- por torpe que pueda llegar a ser- pretende es que baje el precio del alquiler “lo que tienen que hacer es promocio­nar la creación de viviendas VPO, dar garantías de cobro a los propietarios y la expulsión inmediata de todos los oku­pas. En resumen: ¡Proteger la propiedad privada!”.

En caso contrario, o sea, no protegiendo la propiedad privada, que es lo típico del comunismo, lo que se consigue, aparte del empobrecimiento popular, es que las empresas se marchen de España, que se alquilen menos viviendas y que el precio del alquiler suba, o sea, todo lo contrario de lo que el Gobierno comunista dice que pretende conseguir, aunque resulta evidente que lo único que pretenden es mantenerse en el poder ellos, la élite comunista que vive a costa del pueblo.

Para explicar el enorme éxito, sin parangón en la política española, de Isabel Díaz Ayuso habría que recurrir a “la navaja de Ockham”, filósofo y franciscano escolástico (1230-1349), que decía que, en igualdad de condiciones, la explicación más sencilla suele ser la más probable. El principio de la parsimonia. Ockham, mediante ese principio, “afeitaba con una navaja las barbas de Platón”, de ahí su denominación. La idea sencilla en el caso de la líder madrileña del PP, tan sencilla como eficaz es bajar los impuestos, ese robo institucionalizado. El resultado electoral: las encuestas serias vaticinan la mayoría absoluta de Ayuso en la Comunidad de Madrid, el motor de España, nada menos.

Como dijo el melillense Fernando Arrabal y reproduje en mi Carta del 16/4: El Gobierno nuevo esperado por los españoles -que él proponía en su Carta a Aznar, con copia a Felipe González- “tendrá muy en cuenta la hostilidad de todos al acoso fiscal… y reconocerá que el derecho individual es la fuente, la norma y el criterio de toda moral”. Sencillo… y eficaz: las encuestas dan a Ayuso la mayoría absoluta en la capital de España…. a base de reducir impuestos.

El ¿inevitable? choque de civilizaciones

Extraordinario artículo el de Gonzalo Fernández en nuestro periódico del último domingo, con el título de “El mundo geopolítico”. Con una conclusión final sobre lo que más directamente nos afecta: “En el caso de Europa, las diferencias religiosas y culturales con los inmigrantes, de hecho inasimilables, pronostican un futuro de confrontación y decadencia. La deriva extremista de ciertas facciones musulmanas, contribuyen a empeorar el pronóstico”.

“El choque de civilizaciones. Y la reconfiguración del orden mundial”, del famoso libro de Samuel P. Huntington, “sigue siendo de total validez”, opina el autor del artículo, que analiza la situación de Asía -el continente más poblado-, África -con enormes diferencias étnicas y religiosas-, Latinoamérica -con el fracaso de sus élites políticas- y “el llamado mundo occidental -Europa más Norteamérica, menos México- que “sigue siendo la mayor fuente de poder, por el momento, pero con grandes amenazas a medio y largo plazo”.

Una civilización, explicó el profesor de Harvard, es la forma global de vida de un pueblo y “la historia humana es la historia de las civilizaciones… desde las antiguas sumeria y egipcia a la clásica mesoamericana, a la occidental e islámica, y a través de las manifestaciones sucesivas de las civilizaciones china e hindú”. En el último párrafo del libro Huntington concluye: “los choques de civilizaciones son la mayor amenaza para la paz mundial, y un orden internacional basado en las civilizaciones es la protección más segura contra la guerra mundial”.

Y un pensamiento final mío: ¿Melilla como experimento mundial? Ya veremos, tras el 28 de mayo.

Frases

Hay un sentimiento cada vez más generalizado entre los españoles: España no va bien. Un sentimiento especialmente profundo en nuestra ciudad, Melilla

“El derecho individual es la fuente, la norma y el criterio de toda moral”

El ¿inevitable? choque de civilizaciones. ¿Melilla como experimento mundial? Ya veremos, tras el 28 de mayo

Loading

Redacción

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€