En este año de 2021 se cumple ciento un año de la creación del Tercio de Extranjeros motivo por el cual este y siguientes trabajos serán conmemorando a los heroicos legionarios que dieron su vida por la Patria.
Hechos de Armas que dieron prestigio y renombre al Tercio de Extranjeros, hoy denominado La Legión.
… En estos combates destacó de forma brillante, con el arrojo que le era habitual, el capitán del Tercio, Juan San Miguel Rasilla que al frente de sus legionarios de la 11 Compañía, atacó con valentía las trincheras enemigas cayendo gravemente herido. Había recibido la orden de atacar y posesionarse de varios puntos estratégicos y peligrosos de varios barrancos, en los que el enemigo, atrincherado, había rechazado anteriormente varios ataques. Arengando a su compañía, y al grito de ¡Al asalto! ¡Legionarios, viva la muerte! Se lanzó al frente de ella, consiguiendo con su esfuerzo, energía y sereno valor, que el enemigo retrocediera, alcanzando, no obstante haber sido gravemente herido, el objetivo señalado y arrojando a los rifeños de sus posiciones en impetuosa carga al arma blanca.
Evacuado urgentemente a Dar Kebdani, murió horas más tarde.
Por fin, el domingo 17 de agosto, tras cinco días de intensos combates se consiguió romper el cerco y ahuyentar al enemigo de las alturas inmediatas a las posiciones de Afrau y Tifisuín, consiguiendo la entrada las fuerzas libertadoras y convoyes.
El general Sanjurjo con su Cuartel General se situó en Farha, ya que el enemigo estaba a retaguardia entre las posiciones de Afrau y Tifisuín, extendiéndose hasta el morabo de Sidi Hosani, situado en la orilla izquierda del arroyo Tifisuín y próximo a la costa.
El avance de las tropas fue auxiliado muy eficazmente por la Aviación, la Artillería de acompañamiento, la de las posiciones, el grupo de obuses de 155, establecido en Kadia, cerca de Dar Kebdani, y los cañones de los buques de guerra.
En la noche del sábado se vivaqueó cerca de Tifaruín, para el asalto final, que se esperaba hacer al día siguiente. Este campamento fue abastecido por mar, desembarcando tropas y convoyes cerca de la Casa de Sidi Asiel.
Nada más despejarse el camino y entrar el convoy en Afrau y Tifisuín, marchó el general Sanjurjo y su Cuartel General desde Farha a Afrau, siéndole aconsejado que no lo hiciera por el peligroso y normal “paqueo”.
El general y sus acompañantes después de estudiar sobre el terreno lo que debía hacerse, embarcaron al atardecer en el “España 5”, trasladándose a Melilla, a la que llegaron a media noche.
El vapor “España 5”, también se encargó de abastecer de víveres, agua y municiones a la columna de la derecha.
Para el transporte desde el buque a la playa, se utilizaron algunos faluchos de la Compañía de Mar y botes de motor de los buques de guerra.
De igual modo operó en este día el vapor “Alerta”.
Durante la noche del sábado, el “España 5”, que llevaba a bordo cien camas y el necesario personal sanitario, con el capitán médico Luis Alonso, recogió a bordo algunos heridos de la columna de la derecha. Después se trasladó a Afrau para como hemos relatado anteriormente recoger al Comandante General de Melilla José Sanjurjo.
Otros heridos de la expresada columna, fueron evacuados en artolas, por la pista carretera que aquella había seguido y depositados en camiones del Centro Electrotécnico que los trasladó a Dar Quebdani. Los camiones llegaron a este campamento después de las doce de la noche.
Con objeto de atender debidamente a los heridos e intervenir quirúrgicamente a los más graves se instaló en Dar Quebdani un hospital móvil, bajo la dirección del comandante Fernández Lozano.
También para evacuar heridos organizáronse en Tistutin trenes hospitales, uno de los cuales llegó a Melilla a las once de la noche del domingo.
En su retirada, el enemigo dejó crecida cantidad de cadáveres con armamento y teniendo por parte del Ejército español 113 bajas, de ellas más de 15 muertos.
Después de la alegría por haber liberado Afrau y Tifisuín, se retornaba a la triste realidad de enterrar a los caídos en los combates. El lunes 18 de agosto recibían sepultura, en el cementerio municipal de la Purísima Concepción de Melilla, los cadáveres del capitán del Tercio Juan San Miguel Rasilla, teniente de la misma Unidad José Nogueras, alférez de San Fernando Julio Albandoz y de Regulares de Melilla Juan Moráguez así como el sargento de Regulares de Melilla Hermógenes Toral Díaz.
Es de destacar la conducta del soldado del Regimiento de Melilla, de guarnición en Afrau, Policarpo Fernández Mendiola, que en medio de la hostilidad del enemigo y del asedio a la posición, salió varias veces de ésta y logró coger una vaca que había sido muerta por el enemigo en las inmediaciones de la posición, de la que se había escapado y varias veces se entretuvo, bajo el fuego, cortando carne para la alimentación de sus compañeros; hecho que fue recompensado por el Comandante general, quien dispuso se le entregara por lo pronto una buena gratificación.
Destacar la labor de la segunda compañía del primer grupo de Zapadores de la Comandancia de Ingenieros, que formando parte de la columna de la derecha fueron los que construyeron, en pocas horas, dos desembarcaderos para el aprovisionamiento de las tropas y evacuación de heridos de la columna, y otras tantas pistas que facilitaron el acceso a las mismas.
Asimismo la compañía de aguadas, no bien llegó a las posiciones cercadas, se dedicó con gran actividad a la apertura de pozos, reparando los desperfectos causados por lo rebeldes en las distintas aguadas.
Se comprobó que el número de muertos de la harka rebelde pasó del centenar, alcanzando el de los heridos la cifra de 430.
Para reforzar este frente de combate comprendido entre las posiciones de Tifaruín y Afrau, se construyeron numerosos blocaos que fueron bautizados con los nombres de éstos oficiales muertos.
LA AVIACIÓN EN LOS COMBATES DE AFRAU
Abd el Krim oteaba los Frentes, tratando de buscar un punto débil donde lanzar su ataque y contrarrestar la acción de los bombardeos que se realizaban sobre sus poblados. Eligió en la Zona Occidental, el frente de Tetuán; pero para desorientar atacó fuertemente la posición de Afrau, donde el día 14 de agosto se infiltraron sus Harkas, ocupando los acantilados de la costa y comunicaciones.
Para restablecer la situación, y como hemos relatado anteriormente, combatieron tres columnas bajo las órdenes del general Sanjurjo, con la colaboración de todas las escuadrillas de Melilla y buques de guerra. En plena operación, el Comandante del buque «Cánovas del Castillo» transmitió el siguiente parte:
«Los aviones bombardean intensamente las cañadas que rodean Tifaruín, Tifisuin y Afrau, realizando vuelos brillantes muy bajos para atacar con sus ametralladoras. Comunica Jefe posición sitiada de Afrau que ha mejorado la situación. Aviones bombardean intensamente zonas señaladas por disparos de Afrau».
El jueves 14 de agosto de 1924, en los combates para la liberación de Afrau y Tifisuin, en la que cooperaba toda la Aviación disponible de la Comandancia General de Melilla, fue derribado el avión pilotado por el capitán Ricardo Bellod, con observador teniente Fernando Beneito, que pudo amerizar en aguas de Afrau y fueron recogidos por el hidroavión W-5, pilotado por Nicolás Rigosín, resultando ambos heridos.
Tras dura batalla de varios días, se anuló el ataque del enemigo. Las escuadrillas terrestres arrojaron 722 bombas, y 801 los hidroaviones de la base del Atalayón.
En los partes de operaciones de estos cuatro meses, mayo, junio, julio y agosto se repetía diariamente una frase: «Se ha bombardeado con incendiarias. ». El castigo y las pérdidas sufridas por el enemigo debieron ser muy duras; Al menos, se le obligó a recoger prematuramente las cosechas, que, en muchos casos se perdieron.
CONDECORACIÓN AL CAID AMAR UCHEN
Después de la liberación de Afrau, el enemigo continuó hostilizando en todo el frente desde Tizzi Assa a Afrau, durante el resto del año 1924 y 1925, hasta el 25 de septiembre que se realizó el famoso desembarco de Alhucemas.
Las columnas con base en Tafersit y Beni Said (Dar Quebdani) no cesaron de hacer marchas, avituallamientos, reconocimientos y bombardeos de las zonas en rebeldía.
Como complemento de estas marchas y reconocimientos, se iban realizando las aperturas de carreteras, pistas y acondicionamiento de las posiciones. Así, en el mes de noviembre, se terminaron los trabajos de adecuar las posiciones de Tifaruín y Timayast, y pista de Afrau a Tifaruín. Igualmente, las tres compañías del primer Grupo de Zapadores de la Comandancia de Ingenieros, proseguían activamente los trabajos en la posición de Sidi Mesaud de un matadero, depósito de municiones, estafeta, horno de cal, así como arreglo del famoso «tobogán» que existía por la pista de Dar Quebdani a Sidi Mesaud.
El 7 de octubre de 1924 se le impuso, con gran solemnidad, la Cruz del Mérito Militar al caid de Beni Said Mohamed Amar-Uchen recompensando de este modo los valiosos servicios prestados a la acción del Protectorado, al frente de la harka amiga y caidato de Beni Said, en las operaciones de Tizzi Assa, Tifaruín, Sidi Mesaud, Tifisuín y Afrau.
A la ceremonia celebrada en Dar Quebdani asistió el Comandante General de Melilla José Sanjurjo Sacanell.
LUGARES FORTIFICADOS ENTRE EL PUESTO DE MANDO, UBICADOS CERCA DE SIDI MESAUD, Y AFRAU. DATOS RELATIVOS A SUS NOMBRES
Durante las Campañas de Marruecos era costumbre en el Ejército dar a sus posiciones y blocaos nombres de aquellos héroes a los que el Ejército quiso perpetuar poniendo sus distintivos a las distintas posiciones del frente, Valenzuela, Benítez, Sanz Perea, etc., de este modo el Ejército glorificaba la memoria de aquellos de sus componentes que, de forma heroica entregaba a la Patria lo mejor de sí mismo ¡Su propia vida!, Recibiendo como justo premio el que su nombre entrara a engrosar el número de héroes de las Campañas de Marruecos.
Después de los hechos de armas relatados, el Ejército consideró necesario el establecer blocaos, en los lugares más idóneos, para la protección de las posiciones más importantes así como las aguadas y avituallamientos necesarios para el mantenimiento de los mismos.
La definición de Blocao, en sus orígenes, eran pequeños fortines o elementos de fortificación volante, puesto de madera que se fijaba en un pie derecho clavado en la tierra y se llevaba desarmado para armarlo en el paraje que más conviniere, con objeto de procurarse en un momento dado un refugio a prueba de balas.
Posteriormente se definió, como una especie de pequeño fortín cubierto y aspillerado y guarnecido por fuerzas de pequeña entidad, normalmente de infantería.
Los blocaos se construían inicialmente haciendo un recinto de troncos de árboles hincados en el suelo, revestidos exteriormente por un parapeto de tierra y rodeados de un pozo triangular poco profundo; el recinto se cubría con una techumbre de troncos y una capa de tierra encima. Posteriormente se construyeron con viguetas y tablones, mampostería, sacos terreros, hormigón y acero. Su misión consistía en proporcionar seguridad y cierta comodidad mínima a su reducida guarnición, para permitirle resistir aisladamente durante algún tiempo. En las campañas de Marruecos se hizo amplio uso de ellos para constituir líneas de puestos de vigilancia y seguridad de las vías de comunicación.
El número de hombres que normalmente guarnecían estas posiciones y blocaos en la zona que nos ocupa, eran los siguientes:
Posición de Afrau 90, Avanzadilla de Afrau 35, Blocao de la Costa 12, Blocao del Barranco 12, Blocao Moraguez 12, Blocao San Miguel 12, Casa fortificada de Asiel 25, Blocao Albandoz 12, Blocao Nogueras 12, Blocao Toral 12, Posición de Tifaruín 50, Avanzadilla de Tifaruín 15, Blocao Vivac 15, Torreta en Pico Rocoso 12, Blocao González Cruz 9, Blocao Más Alto 12, Blocao Collado 18, Blocao Nuevo 15, Blocao Navarro 12, Blocao Sidi Chaid 10, Posición de Loma Pelada 20, Posición de Farha 90 (con una cota de 917 metros), Avanzadilla de Farha 13, Blocao Cuadrado 12, Blocao Ortega 12, Posición de Isummar 25 (con una cota de 904 metros), Blocao nº 2 de Isummar 10, Blocao Arana 12, Posición de Sidi Mesaud 40 (con una cota de 890 metros), Blocao de Afarún 12, Puesto de Mando (Blocao) 20, Blocao Rojas 14, Blocao Valverde 13, Blocao Puesto nº 2 20, Blocao Felipe 12, Torreta de Afarún 30…
(Continuará)
Bibliografía consultada al final del último capítulo
José Antonio CANO MARTÍN
De la Asociación de Estudios Melillenses
Con la inestimable colaboración del comandante
Caballero Legionario Jesús Romero Cuenca
