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El Ministerio de Sanidad pasa a tratar ya la Covid como una gripe

Imagen en la que un hombre se hace una prueba PCR

El próximo lunes comienza una nueva fase de la pandemia en la que solo contabilizará los casos graves y en entornos vulnerables

El Pueblo de Ceuta

El próximo lunes comienza una nueva fase de la pandemia en la que el Ministerio de Sanidad solo contabilizará los casos graves y en entornos vulnerables. ¿Qué hacer ante el contagio, el aislamiento, los síntomas, la realización de pruebas o el aviso a los contactos estrechos?, son algunas de las cuestiones respecto a esta nueva etapa hacia la ‘gripalización’ de la covid-19. La nueva estrategia de vigilancia y control frente a la Covid, tras la fase aguda de la pandemia, que fue publicada el martes por la Comisión de Salud Pública, inaugura un nuevo periodo de evolución. Esta nueva etapa implica “aceptar un cierto nivel de transmisión” entre la población joven, sana y vacunada para poner el foco en las personas con mayor vulnerabilidad.

El documento afirma que este enfoque es “una decisión de gestión de riesgos”. La estrategia pretende evaluar los niveles “aceptables para la sociedad sopesando el impacto social de las medidas de control y la disminución de la gravedad de la enfermedad”.
Asimismo, recuerda que respecto a la variante ómicron “no se puede suponer que sea la última variante de preocupación”, y por ello, añaden la importancia de la reversibilidad de la estrategia en caso necesario.
El escrito deja claro que la nueva situación solo se mantendrá si los indicadores de utilización de servicios asistenciales se encuentran en riesgo bajo a nivel nacional. Esta medición debe ser en más de la mitad de las comunidades y ciudades autónomas y mostrar una “tendencia descendente durante al menos dos semanas” para cubrir al menos el 80% de la población. Lo que significa que las hospitalizaciones en planta por la enfermedad no pueden superar el 5% y el 10% en las UCIs.
Salud Pública ha explicado que esta etapa de la ‘nueva Covid’ se debe a la elevada inmunidad adquirida tras la sexta ola, la alta cobertura vacunal y la eficacia de los autotest que han afectado “de forma importante las capacidades del sistema sanitario”.
Las personas mayores de 60 años, inmunodeprimidos por causa intrínseca o extrínseca, y las embarazadas podrán realizarse la prueba para detectar el contagio de la enfermedad. También podrán hacerlo personas vinculadas a centros sanitarios asistenciales, socio sanitarios, prisiones y otros lugares con personas institucionalizadas.
La estrategia también acoge a las trabajadoras que prestan apoyo y cuidado a las personas vulnerables y aquellas con un cuadro de infección respiratoria aguda de vías bajas que requiera ingreso hospitalario. Asimismo, las personas que tienen constancia de haber estado en los últimos 14 días en una región en la que este circulando una variante de interés o de preocupación.
El profesional sanitario podrá indicar la realización de una prueba bajo criterio clínico, aunque el documento desaconseja esta petición para aquellos que han resultado positivo en un test de auto diagnóstico.
Para las personas con síntomas leves, el escrito sugiere que contacten con el sistema sanitario de su comunidad y permanezcan en su domicilio hasta la notificación del resultado. En todo caso se deberán seguir las instrucciones de los profesionales.
Los casos confirmados con síntomas leves no tendrán la necesidad de aislarse, sino de «extremar las precauciones y reducir todo lo posible las interacciones sociales». La nueva estrategia señala el empleo constante de la mascarilla y una higiene de manos adecuada durante los 10 días posteriores al comienzo de los síntomas.
Las personas confirmadas deberán evitar el contacto con personas vulnerables y la participación en eventos multitudinarios. Por ello, tendrán la posibilidad de tele trabajar «siempre que sea posible y en caso de que no sea susceptible de una incapacidad temporal por su sintomatología».
Los trabajadores con personas vulnerables que hayan dado positivo no acudirán a su empleo durante los primeros cinco días desde la detección de síntomas o la fecha del diagnóstico. Después de 24 horas y la desaparición de los síntomas, se procederá a realizar una prueba antígenos. Si resulta negativo, podrá volver a trabajar. Pero si se confirma el positivo, será necesario repetir el test cada 24 horas hasta dar negativo.
Las personas ingresadas en el hospital deberán ser aisladas hasta obtener una prueba negativa o una PCR positiva con cargas virales bajas.
La estrategia que se aplicará a partir del próximo lunes 28 de marzo, señala que los contactos estrechos solo se identificarán en los ámbitos considerados vulnerables y se procederá a realizar una prueba a los 3-5 días del seguimiento.
Los contactos estrechos no realizarán cuarentena. Sanidad aconseja extremar la precaución en los diez días posteriores a la última exposición y reducir al máximo las interacciones sociales, sobre todo, con las personas vulnerables.

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