El equipo de Alcoba dominó en la primera parte, pero no supo rematar el trabajo en la segunda y sucumbió ante el empuje local. También, y aunque su defensa en zona de la segunda mitad frenó al rival, los problemas con el rebote condenaron al conjunto melillense. En el tramo final, el decano mejoró sus números y volvió a igualar el choque. La precipitación, los nervios y los errores marcaron el desenlace del choque y pudo pasar cualquier cosa, pero el acierto de Salva Arco en las filas locales decantó el choque.
El Pazo Provincial dos Deportes de Lugo sigue siendo una cancha maldita para el Melilla Baloncesto, que no gana allí desde el año 2009. Anoche los de Alejandro Alcoba pelearon en un encuentro muy igualado que se decidió por pequeños detalles y por la gran defensa de los locales en la segunda mitad. La presión de los gallegos causaron demasiadas pérdidas de balón en los melillenses.
El encuentro comenzó con igualdad, aunque el acierto de Marcos Suka desde más allá de la línea de 6’75, con dos triples consecutivos, permitieron al decano abrir una pequeña brecha en el luminoso (4-8, minuto 2). Eloy Almazán elevaba la renta visitante hasta los 6 puntos en el minuto 3 (5-11), pero lo cierto era que los azulones estaban sufriendo más de la cuenta.
El Cafés Candelas Breogán apretaba en defensa y obligaba a los melillenses a buscar lanzamientos forzados o desde el perímetro que no siempre entraban. Así, tras dos intentos triples fallados y sendos rebotes defensivos de los locales, el cuadro lucense conseguía igualar el electrónico y colocar el 10-11, a falta de 6 minutos para el final del cuarto. Otros dos tiros convertidos desde el perímetro, esta vez de Rivero, volvían a dar aire a los visitantes (12-19), pero el Breogán no daba tregua y al término del cuarto lograba apretar el marcador (22-25).
Alfredo Ott, de nuevo de tres, situó el 24-30 al inicio del segundo acto, pero Salva Arco, Fakuade y un triple de Iván Cruz posibilitaban a los celestes empatar el choque (32-32). La dinámica del encuentro no cambió. Una y otra vez, el Melilla Baloncesto abría pequeñas brechas en el luminoso y otras tantas veces los gallegos hacían la goma y reducían las diferencias a la mínima expresión. De este modo, hasta que en el último suspiro el Breogán se puso por delante con una canasta de Geramipoor (44-43). Pero otra sobre la bocina de Oliver Arteaga dejaba el marcador en 44-45 al descanso.
El decano no lograba romper el partido, tampoco en el tercer asalto. Tras el descanso se repetía el guión del cuarto anterior y a las pequeñas estiradas de los visitantes respondía el equipo gallego, ahora con un gran acierto exterior, para llegar incluso a colocarse con tres puntos arriba, a dos minutos para el final del cuarto (60-57). Alejandro Alcoba movió el banquillo en busca de revulsivos, pero no le sirvió de mucho. El excelente trabajo defensivo de los locales, junto con los buenos porcentajes desde el perímetro, les estaba dando buenos resultados y, a falta de 27 segundos para la conclusión del cuarto, el Cafés Candelas vencía de cinco puntos (64-59). Un triple final de Kevin Van Wijk permitía al Melilla Baloncesto recortar distancias para afrontar el ultimo periodo (64-62).
Dos tiros libres de Pablo Almazán ponían el 64-64 en el arranque del último cuarto. A partir de ahí, volvían a adelantarse los celestes en unos minutos de errores de unos y otros que hicieron que el electrónico apenas se moviese (68-66, minuto 34). Al Melilla Baloncesto se le acababa el tiempo y Alcoba decidió parar el encuentro. Una canasta y adicional de Pablo Almazán apretaban el marcador (70-69), pero dos tiros libres y un balón perdido en zona peligrosa hicieron que los gallegos volvieran a abrir una brecha que, tal y como estaba el partido, podía resultar decisiva (74-69), obligando al técnico melillense a pedir un nuevo tiempo muerto, a falta de cuatro minutos y medio para el final. A la vuelta, el luminoso estuvo más de dos minutos sin moverse, y cuando lo hizo fue para que el Cafés Candelas Breogán colocase el 76-69 que dejaba casi sin opciones a nuestro representante.
Los de Alejandro Alcoba lo continuaron intentando, colocándose, a un minuto, a sólo dos puntos 76-74, pero los gallegos supieron administrar su ventaja, frenando al rival y forzando faltas para, con cuatro tiros libres, sentenciar su triunfo (80-76).
Natxo Lezkano: “Estos partidos hay que sacarlos adelante con carácter”
El técnico del Breogán cree que “el partido fue muy difícil, ya que nos enfrentamos dos equipos que no especulan. Ellos estuvieron mejor en la primera mitad, aunque considero que los dos conjuntos mantuvimos un buen ritmo de anotación. En la segunda parte las defensas se intensificaron y hubo un momento en que para nosotros la ayuda del público fue fundamental porque nos hizo crecer y creer. Estos partidos hay que sacarlos adelante con carácter y ahí estuvimos bien. Es cierto, que al principio la defensa en zona de Melilla nos sorprendió”.
Alejandro Alcoba: “Nos faltó acierto en el segundo periodo”
Alcoba se lamentó de la derrota de su equipo, aunque consideró que habían hecho un buen trabajo: “Hicimos un encuentro completo, lo que demuestra que estamos dando pasos adelante en nuestra preparación. A pesar de la derrota, estoy muy contento con el trabajo de mi equipo y creo que fue un partido que al final pudo ganar cualquiera, aunque Breogán metió sus tiros y nosotros al final no tuvimos acierto de cara al aro. Ahí estuvo la diferencia y la victoria final de los gallegos”.
También quiso destacar el técnico del decano que “el duelo fue muy igualado, pero nos faltó acierto en la segunda parte y esa fue la clave”, aseguró.
