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El futuro energético de España

Por Francisco E. Fernández

La pasada semana ha sido notorio que Argelia, nuestro gran aliado energético desde hace dos décadas, ha traicionado los pactos establecidos con nuestro país por una decisión política. Yo no quiero entrar en la discusión o el debate de si lo que ha hecho nuestro gobierno está bien o mal. Lo que sí me preocupa, es la gran deficiencia que tiene nuestra nación en materia energética.

Y por este motivo, nuestra política interna podría ser chantajeada desde el exterior. Esto implicaría que nuestros valores libres y democráticos también podrían correr peligro en un momento dado. Desde mi perspectiva, si se optara por la energía nuclear, la dependencia energética exterior no se vería afectada, máxime cuando la necesidad de la electricidad en todos los aspectos de la vida es tan tangible…Desde el funcionamiento de la industria hasta los futuros automóviles.
Los españoles creemos que solo sube la luz cuando sube el gas, que es en la actualidad la materia fundamental con la generamos electricidad. Esto no es cierto. Cuando sube la electricidad las empresas deben de pagar más por la energía que necesitan para fabricar los productos y, por lo tanto, dichos productos serán mucho más costosos. El encarecimiento energético implica también el encarecimiento de los productos de venta al usuario. Pensemos que si a la subida del petróleo le añadimos la subida del coste de refinado para la elaboración de la gasolina y gasoil, esto implica también la subida de los carburantes y por lo tanto del transporte.
Por otra parte, un elevado aumento de los salarios nos llevaría a una subida de la inflación, ya que tendríamos que fabricar papel mojado como seco y eso suena muy mal a oídos de la economía, máxime con los dos golpes seguidos que ha sufrido nuestro país: El Covid 19 y la terrible invasión rusa a la nación ucraniana. No podemos esperar que el barato y abundante gas y petróleo ruso y argelino vuelvan a la normalidad para europeos y en especial para los españoles.
Desde mi perspectiva, España debería de hacer dos cosas al respecto: La primera, dada la capacidad superlativa que tiene nuestro país de procesar el gas licuado, deberíamos de buscarnos un cliente estable que nos suministre este tipo de gas y con ello me refiero a EE.UU. Necesitamos, aunque sea ligeramente más costoso que el proveniente de los gaseoductos, ser clientes de naciones políticamente estables en referencia a las relaciones bilaterales que España tenga. Y no subir los impuestos al gas, sino dadas nuestras capacidades, revender el procesado del gas licuado a los países carentes de refinerías para tal fin. “vender más para mantener la recaudación estatal actual” que, por cierto, es muy cuantiosa.
En segundo lugar, apostar por la energía nuclear, en primera instancia la de fisión (la actual) Hacer más centrales nucleares, y alargar la duración de nuestros reactores ya existentes. Ya que no dependeremos de la climatología para que ello redunde en los precios de la electricidad.
Estimado lector, una central nuclear es más limpia que un parque eólico, ya que es menos invasiva a nuestro ecosistema y no emite gases nocivos. Además de producir más electricidad, ésta es mucho más económica. En lo que atañe a los residuos, los altamente radiactivos, que pueden durar mil años con radiación nuclear, ya hay sistemas de piscina y almacenaje en las propias centrales, donde se rebaja su poder de radiación entre sesenta y cien años y esto supone que puede haber fosas que nos garanticen su almacenaje y refrigeración con total garantía tanto de espacio como de seguridad.
Dada la gran riqueza de uranio que hay en nuestro país, la energía nuclear también nos garantizaría una independencia energética casi total, por no decir total. Lo mejor del caso, es que estas centrales de fisión podrían verse revertidas a técnicas de fusión de aquí a nueve años. Esto implicaría una fuente inagotable de energía y unos residuos carentes de toxicidad, ya que para generar dicha reacción solo se necesitan gases nobles que están en el agua. El problema de esta futura tecnología es que hay que probar materiales que soporten en cámaras imantadas las altas temperaturas que generaría dicha reacción para la generación de energía. Tenemos uranio de sobra, los países de nuestro entorno y todas las grandes potencias industriales están haciendo nuevas centrales nucleares. ¿Por qué nosotros no?…
La verdad, no lo entiendo. No obstante, de lo que sí estoy seguro es de que España nunca será un país verdaderamente libre mientras dependa energéticamente del exterior como hasta la fecha.

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