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Duelo a garrotazos

Mientras media España descansa, la otra media -más o menos- piensa en las elecciones municipales, que cada vez se van pareciendo más -especialmente en Melilla- a esa especie de “Duelo a garrotazos” que inmortalizó el genial Goya en una de sus pinturas, con dos paisanos semienterrados y arreándose hasta, es de temer, morir.
A medida que transcurren estos días de Semana Santa voy tomando algunas notas de lo que leo y me llama la atención. No son aires de guerra abierta -exceptuando al ex coletas Pablo Iglesias- porque los políticos con aspiraciones ya han sido aconsejados por sus colaboradores -que con frecuencia parecen más siervos que compañeros de partido- sobre la conveniencia de no parecer rudos ni agresivos, aunque lo puedan ser y desear.
Un ejemplo de político suave es Alberto Nuñez Feijóo, el líder del PP, que vio quemarse a su antecesor en lucha fratricida con la gran baronesa -la sin par Isabel Díaz Ayuso- y perdió, concluyendo que es mejor dejar que los barones provinciales -el melillense Juanjo Imbroda entre ellos- hagan lo que quieran en sus respectivos territorios. Promesas como la de Feijóo (ABC del 1 de abril) de recortar al menos 7 de los 22 ministerios actuales, está en esa línea de suavidad que atrae a la mayoría de “la gente” y que si los barones provinciales -los de Melilla incluidos- adoptaran como propia les haría ganar no pocos votos. Sobran ministerios, sobran consejerías, sobran gastos públicos dedicados a pagar favores políticos individuales, sobran impuestos y malas utilizaciones de esos dineros que, según el dicho popular, “nos roban”.
La suavidad, sin embargo, no va con todos los líderes. Isabel Díaz Ayuso acaba de declarar: “No tengo rivales en Madid, compito con Sánchez. El PSOE está destruido, ya no existe, existe el sanchismo, una pantomima a la que le quedan pocos meses”. Muy probablemente tiene razón y no solo en Madrid. Si el gran Justo Sancho Miñano, el que fuera gran líder del PSOE melillense, renaciera, se quedaría horrorizado de comprobar a qué minúsculo papel ha quedado reducido su partido en Melilla, obligado a intentar lograr una exigua minoría -entre 1 y 2 diputados locales, según las encuestas para intentar gobernar -de nuevo y tras fracasar estrepitosamente en el presente- en coalición con la CpM de Mustafa Aberchán.
Hay muchos otros puntos de vista electoral. Por ejemplo, uno muy, muy acertado: “Ojo en las municipales: no votéis a ningún candidato que lleve en su programa la Agenda 2030. Si sale elegido os quedaréis sin nada”, un tweet del siempre disconforme Fernando Sánchez Dragó. Todos aquellos que prometen un paraíso lejano y fuera del tiempo de su ámbito competencial -2030, por ejemplo- deberían desaparecer de las listas electorales.. y así ocurriría si las listas fueran abiertas, en vez de las que eligen los líderes políticos partidistas, siempre bajo la tesis -sin antítesis- de que el valor supremo del incluido en las listas ha de ser, es, la fidelidad ciega al líder del partido. Cualquier otra cosa, cualquier valor personal del aspirante a ser incluido en las listas electorales, incluyendo la simple mención al gran jefe de que quisiera ser incluido en las listas, es un obstáculo insalvable que significará el final de la carrera política del aspirante, incluso antes de haberla podido empezar.
“Corruption optimi pésima”, decía los romanos cuando Roma mandaba en el mundo conocido. “La corrupción de lo mejor es lo peor”, es la frase en español. Lo más abominable de un Gobierno abominable es Marlaska, dice el periodista que reproduce la frase que me llamó la atención. ¿Qué mantiene a Marlaska en el ministerio? Sus resultados, evidentemente, no. Lo mantiene su obediencia perruna al líder, al amo de su partido, Pedro Sánchez.
Trabajando para el segundo tomo de mi libro -ESPAÑA, MELILLA, EN PELIGRO- leo, el 13 de enero del año 2003, hace más de 20 años: “La prensa marroquí -obedeciendo órdenes superiores, como siempre- insistía en que un cambio de postura española con lo del Sahara “beneficiaría” a Melilla. El cambio se produjo en 2020, pero de los “beneficios” para Melilla todavía no hay noticia alguna, sino todo lo contrario”. Esos son los “beneficios”, o sea, los desastres provocados por los líderes absolutistas, indiscutibles e indiscutidos, que convierten los partidos en su cortijo personal, como Pedro Sánchez, por ejemplo.

Posdata
Dos notas para terminar y pensar:
De todos los horrores de la guerra, el más injusto es pretender que el agredido no resista (Ucrania).
La inteligencia artificial , cada vez más de moda, es lo opuesto a Sócrates: solo tiene respuestas, dice el filósofo W. Eilenberger.

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Enrique Bohórquez López-Dóriga

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