Dos hermanos se sentaron juntos en el banquillo del Juzgado de lo Penal número 2 por ser los presuntos autores de un delito de violencia en el ámbito familiar. Uno de ellos era la expareja de la denunciante, sobre el que pesa una orden de alejamiento que supuestamente quebrantó. Hasta el día de la denuncia, la mujer siguió viviendo en el domicilio familiar de su anterior relación, donde también convivía con el segundo hermano procesado, al que acusó de haberla amenazado de muerte si no abandonaba la casa.
Ayer se sentaron dos hermanos en el banquillo de los acusados del Juzgado de lo Penal número 2. Ambos fueron procesados por ser los presuntos autores de un delito de violencia cometido en el ámbito familiar en abril de 2014, por el que la fiscal reclamó una pena de un año de prisión.
La mujer que interpuso la denuncia fue pareja de uno de estos hermanos, sobre el que ya pesaba una orden de alejamiento anterior. A pesar de la mala relación tras la ruptura, la supuesta víctima continuó viviendo en la casa de los padres de su antigua relación sentimental, donde también convivía con el otro hermano acusado.
Según denunció, la familia de él la amenazó con matarla si no abandonaba el domicilio. Así lo volvió a afirmar al responder a las preguntas del Ministerio Fiscal. Además, según su versión de los hechos, su expareja entró ese día en la casa quebrantando la orden de alejamiento. La testigo perjudicada relató que se marchó de la vivienda tras las supuestas amenazas y que, cuando intentó entrar de nuevo para recoger sus pertenencias, la familia de él ya no le dejaba pasar, por lo que tuvo que llamar a la Policía.
“Me ha destrozado la vida”
La versión de los dos hermanos era bien distinta. El que convivía con la denunciante aseguró que no amenazó de ningún modo a la mujer. “Vi que llegaba con la Policía para llevarse sus cosas y me puse muy contento. Luego fui a comisaría para avisar de que se había marchado y me encontré con la sorpresa de que nos había denunciado”, relató.
El otro hermano, sobre el que pesa la orden de alejamiento, sostuvo que en ningún momento pasó por el domicilio de su familia, en el que vivía ella: “Estuve toda la tarde en el Parque Forestal”. Por su parte, puso de manifiesto que la mujer le había denunciado hasta en cuatro ocasiones con el único objetivo de conseguir los papeles de residencia. “Ha conseguido echarme de mi casa. Me ha destrozado la vida”, aseguró ante la magistrada.
Tras los testimonios de los acusados y los testigos, el Ministerio Fiscal reclamó la pena de un año de cárcel para la expareja por quebrantar presuntamente la orden de alejamiento, mientras que para el otro hermano solicitó 8 días de localización permanente por ser el supuesto autor de las amenazas. Los abogados de los procesados pidieron una sentencia absolutoria alegando la falta de pruebas. La juez tendrá que decidir, ya que el caso quedó visto para sentencia.
