Por Ana de la Rosa
Después de su recorrido de estrenos especiales (prenier) en distintos países (en Madrid tuvo lugar el 19 de diciembre del pasado año), llegó a nuestras pantallas BABYLON, película escrita y dirigida por Damien Chazelle.
Chazelle nació en Providence, Rhode Island, en 1985. Su primera vocación fue baterista de jazz, pero comprendió que no tenía talento para ser un gran músico y, después de la escuela secundaria, volvió a centrarse en el cine. Se graduó en Harvard en estudios Visuales y Ambientales. Debutó como guionista y director con el largometraje “Guy and Madeline on a Park Bench” (2009), estrenado en el Festival de Cine de Tribeca.
Aparte de otros títulos en los que ha participado como guionista y/o productor, ha escrito y dirigido “Whiplash” (2014), nominada a cinco Oscar ganó tres. “La La Land” (2016), nominada a 14 Oscar ganó seis, entre ellos a Mejor Director, que convirtió a Chazelle en el director más joven en recibir este galardón; también fue premiada con siete Globos de Oro y fue galardonada con cinco premios BAFTA y 11 nominaciones. “First Man” (2018) ganadora del Oscar a Mejores Efectos Visuales (fue nominada en otras tres categorías).
BABYLON está ambientada en Los Ángeles durante los años 20, una época de ambición y excesos, de desenfrenada decadencia y depravación en los albores de Hollywood, que recorre la ascensión y caída de múltiples personajes durante aquellos años.
La película comienza con una fiesta en la que se encuentran todos los poderosos de Hollywood. La desconocida Nellie LaRoy (Margot Robbie) intenta colarse llamando la atención de manera muy poco usual. No consigue burlar la seguridad que controla el acceso, hasta que Manny Torres (Diego Calva) se fija en ella, Manny ha llegado de México e intenta abrirse camino en Hollywood salvando aún más obstáculos que Nellie, en realidad es el encargado de transportar un elefante a la fiesta que organiza el poderoso magnate Don Wallach (Jeff Garlin) en su mansión a las afueras de la ciudad.
A la fiesta también está invitado Jack Conrad (Brad Pitt), que llega con su futura ex mujer, Ina (Olivia Wilde). Jack es la estrella más taquillera del mundo. En medio de una multitud de admiradores, sabe lo suficiente sobre cada uno de ellos como para saludarles personalmente y hacerles sentir especiales sin detenerse ni un segundo en su camino hacia la barra. Todos quieren cruzar una palabra, o una mirada, con el hombre más famoso del cine.
En la fiesta no puede faltar la omnipresente columnista de prensa rosa Elinor St. John (Jean Smart), nadie como ella puede hacer o deshacer la carrera de una actriz.
El personaje de Nellie está inspirado, en parte, en la joven Joan Crawford, nombre artístico de Lucille LaSueur; gran parte de sus conjuntos se inspiraron en Clara Bow, uno de los mayores símbolos sexuales de la era muda; también en otras estrellas del cine mudo de deslumbrante trayectoria y estrepitoso final, como Jeanne Eagels, Alma Rubens, Lia LaPutti (pelo largo y salvaje, inusual para la época), Thelma Todd y Mary Nolan.
Para Manny, Chazelle se apoyó en referencias de varios personajes reales como René Cardona, inmigrante cubano que fue ascendiendo hasta convertirse en el ejecutivo de estudio más joven de la ciudad, llegando a ser uno de los personajes más importantes de la Edad de Oro del Cine Mexicano; Enrique Vallejo, inmigrante mexicano que empezó como cámara para Chaplin, llegando a la dirección y la supervisión de producción, y los hermanos Rodríguez, que participaron desde el primer momento en la revolución del sonido sincronizado a finales de los años 20.
Jack es una mezcla de John Gilbert, Douglas Fairbanks y Rodolfo Valentino, protagonistas de la época del cine mudo.
El personaje de Elinor St. John, Chazelle está inspirado en una serie de escritores y columnistas que disfrutaban con el poder que tenían para descubrir nuevas estrellas o derribar a las viejas, como la escritora Elinor Glyn, la reportera Adela Rogers St. Johns y Louella Parsons; también sirvió de inspiración el personaje de Addison DeWitt en “Eva al desnudo”.
La variedad y extensión del guion, incluye más de cien papeles hablados: Olivia Wilde interpreta a Ina Conrad, la primera de las muchas mujeres casadas con Jack. Max Minghella es el ejecutivo de MGM Irving Thalberg, que ayudó a crear y perfeccionar el sistema de estudios durante el apogeo del cine mudo y los primeros años del sonoro. Katherine Waterston como Estelle Conrad, una estrella de Broadway que se casa con Jack. Flea, más conocido como bajista de los Red Hot Chili Peppers, interpreta a Bob Levine, al quien los estudios le encargaban que arreglase los escándalos de sus estrellas. P.J. Byrne como Max, ayudante de dirección de Ruth Adler. Lukas Haas es George Munn, el mejor amigo y socio productor de Jack Conrad. Rory Scovel como “El Conde”, un aspirante a actor que suministra al reparto y al equipo los estimulantes o calmantes necesarios para sobrevivir a sus rodajes. Eric Roberts como Robert Roy, el padre controlador y manager de Nellie. Jeff Garlin en el papel de Don Wallach, jefe y magnate de los estudios. Ethan Suplee como Wilson, uno de los lacayos de James McKay; y Samara Weaving como Constance Moore, una estrella del cine mudo que encuentra la horma de su zapato cuando hace pareja con Nellie LaRoy.
Además de los intérpretes con frase, en BABYLON fueron necesarios miles de figurantes de fondo en las diversas secuencias de fiestas, en el escenario del campo de batalla de la MGM, en los escenarios exteriores de rodaje del estudio Kinoscope, en las salas de cine y las calles abarrotadas y en un sinfín de otras localizaciones.
De reunir este enorme número de figurantes se encargó la directora de casting de extras Sande Alessi. Fueron seleccionados cuidadosamente por Chazelle y Bob Wagner (primer ayudante de dirección) para cada secuencia de la fiesta, enfrentándose a la abrumadora tarea de coordinar y orquestar a estas multitudes en el plató. El coordinador de intimidad Michael Arnold ayudó a elaborar y coreografiar el libertinaje sexual, crucial en las secuencias de la fiesta. El productor ejecutivo Michael Beugg se ocupó de coordinar todos estos elementos (mas acrobacias, música y baile) para que formasen un todo cohesionado. El director de localizaciones Chris Baugh recorrió muchas veces el valle de San Fernando y las estribaciones del condado de Los Ángeles, incluso el desierto del sur de California, para conseguir recrear el ambiente de Los Ángeles antes de que se convirtiera en una megaciudad (a las afueras de Los Ángeles de hoy, todavía hay grandes extensiones de tierra virgen y campos de naranjos, donde el ambiente sigue siendo el de un pequeño pueblo de rancheros); se rodó en cines que fueron construidos por Charlie Chaplin, algunas escenas importantes en la antigua casa de Busby Berkeley y la lindante de Fatty Arbuckle. De la música se encargó Justin Hurwitz, amigo y viejo colaborador de Chazelle, se conocieron cuando estudiaban en la Universidad de Harvard, donde Chazelle dirigió su primer largometraje, “Guy and Madeline on a Park Bench”, que también fue el primer trabajo de Hurwitz como compositor cinematográfico.
Todas las secuencias de baile de la película fueron coreografiadas por Mandy Moore, que trabajó con Chazelle, Ryan Gosling y Emma Stone en “La La Land”. La diseñadora de producción Florencia Martin se encargó de que los decorados y localizaciones parecieran lo más reales posible y la utilización de acción real para muchos de los efectos de la película. El vesturio es de la diseñadora Mary Zophres, en su tercera colaboración con Chazelle, creando alrededor de 7.000 trajes. La peluquería es obra de Jaime Leigh McIntosf y el maquillaje de Heba Thorisdottir, teniendo muy en cuanta el expreso deseo de Chazelle de eliminar todo tipo de cliché y trabajando coordinadamente con vestuario.
Las instrucciones de Chazelle acerca de la acción fueron que lo que apareciese en pantalla, siempre que fuera posible, tenía que suceder realmente delante de la cámara, como habría sido en la época muda, reduciendo la imagen generada por ordenador al mínimo. Sólo la secuencia del campo de batalla requirió más de 30 especialistas de acción, 10 jinetes a caballo, una orquesta completa de 30 músicos, una extensa coreografía de lucha y numerosas explosiones diseñadas y ejecutadas por el coordinador de efectos especiales Elia Popov.
Una de las creaciones más elaboradas fueron los decorados exteriores de rodaje de los estudios Kinoscope, en los que se ruedan cuatro películas mudas, una al lado de la otra, al mismo tiempo. Estos decorados se construyeron desde cero con una vista completa de 360 grados, sin ningún signo de industrialismo moderno. Puede parecer exagerado, pero hay que tener en cuenta que cuando la industria del cine se trasladó a California, huyendo de las restricciones y regulaciones de la Costa Este, no había ninguna infraestructura para filmar, tuvieron que instalarse en granjas y graneros que convirtieron en estudios de cine.
Para Damien Chazelle, BABYLON es el resultado de quince años de investigación y desarrollo del universo de la película, que empezaron a fraguarse en su cabeza mucho antes del primer borrador del guion. Comenta: “Quería poner bajo el microscopio los inicios de una forma de arte y de una industria, justo en el momento en que ambas estaban aún buscando el punto de equilibrio y, en un nivel más profundo, me gustaba la idea de observar una sociedad en proceso de cambio. Hollywood sufrió una serie de cambios rápidos y en ocasiones se diría que cataclísmicos en los años 20, a los que algunos sobrevivieron, pero que se llevaron por delante a la mayoría. En términos actuales, lo llamaríamos disrupción. Uno observa lo que sufrieron estas personas y se hace una idea del coste humano que acompaña a la ambición desbordada que atrajo a tanta gente a Los Ángeles en aquella época. La historia de esa transición tiene un lado más oscuro de lo que se había visto hasta entonces. No solo fue la llegada del sonido sincronizado, sino la instauración de una serie de nuevos códigos morales -que culminaron finalmente en el Código de Producción de los años 30- y la reorganización que convirtió a la comunidad sin cortapisas ni regulaciones en la industria de grandes empresas globales que conocemos hoy en día. .. el coste en vidas arruinadas fue considerable”.
BABYLON fue nominada en cinco categorías a los Globo de oro: Mejor Película – Musical o Comedia, Mejor Interpretación de Actriz en una Película – Musical o Comedia (Margot Robbie), Mejor Interpretación de Actor en una Película – Musical o Comedia (Diego Calva), Mejor Interpretación de Actor en un papel secundario (Brad Pitt), y Mejor Banda Sonora Original en una Película (Justin Hurwitz), consiguiendo únicamente este último.
o únicamente este último.
