La polémica está rodeando en estos días a las filas socialistas, tanto a nivel local como nacional. Por un lado, las acusaciones de las presuntas irregularidades que se estarían cometiendo en el proceso para elegir al nuevo secretario general del PSOE de Melilla y por otro el ultimátum que han dado al que fuera todopoderoso José Luis Ábalos por el escandaloso caso de las comisiones cobradas en la compra del material sociosanitario que se empleó durante la crisis del covid-19.
El precandidato a la Secretaría General del PSOE de Melilla, Manuel Vázquez Neira, ha pedido este lunes amparo a la Comisión Federal de Ética y Garantías del PSOE porque su contrincante, la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, conducirá el congreso al no haber dimitido como secretaria de Organización. La citada delegada, por su parte, ha negado las acusaciones de irregularidades en el proceso y asegura que por el momento no tiene por qué dimitir de la Secretaría de Organización al no ser incompatible.
Manuel Vázquez Neira ha avanzado que ha presentado un escrito solicitando la anulación de la decisión de la Comisión Ejecutiva Regional de convocar un congreso extraordinario y el calendario propuesto para el procedimiento electoral «ante las graves irregularidades detectadas».
Vázquez Neira ha considerado que «en estas circunstancias es imposible celebrar un procedimiento electoral justo y transparente; garantizando el valor y derecho constitucional a la igualdad, cuando quien lo coordina es juez y parte».
Sabrina Moh, en cambio, ha avanzado que «no» va a dimitir porque asegura que no incurre en ninguna incompatibilidad. La dirección del partido, que aún dirige Gloria Rojas, la respalda y subraya que el proceso «cumple escrupulosamente con la normativa de la formación local y federal».
Por otro lado, el exministro José Luis Ábalos se resiste aún a oficializar su marcha del escaño. Ábalos, que fue precisamente el principal valedor para el nombramiento de Sabrina Moh como delegada del Gobierno tras prosperar la moción de censura en 2018, sigue manteniendo el pulso a la dirección nacional y aunque ha renunciado como presidente de la Comisión de Interior del Congreso, este lunes aún mantenía su escaño de diputado por Valencia.
La Ejecutiva federal del PSOE dio este lunes 24 horas a Ábalos para renunciar a su escaño ante las informaciones de un supuesto cobro de comisiones en contratos de material anticovid por parte de una trama en la que estaría implicado su ex asistente Koldo García.
Con este panorama, está claro que no corren buenos tiempos para los socialistas, que, tras la hecatombe sufrida en las elecciones de Galicia, ahora ven que sus problemas se extienden a Melilla con las acusaciones de “injerencias” de Sabrina Moh y a nivel nacional con el estallido del caso Ábalos.
