Alrededor de medio centenar de afiliados y simpatizantes del PSOE de Melilla han mantenido un encuentro en la sede del partido para apoyar al presidente del Gobierno de España y secretario general del partido, Pedro Sánchez, tras la decisión que tomó este miércoles de cancelar su agenda y tomarse cinco días de reflexión para decidir si continua o no al frente del Ejecutivo central después de que un juez admitiera a trámite una denuncia del sindicato ultraderechista ‘Manos Limpias’ contra su esposa por un presunto caso de corrupción.
Este encuentro se produce al mismo tiempo que se están dando diversas concentraciones frente a la sede del PSOE en Ferraz (Madrid) para pedir a Sánchez que no dimita, así como el Comité Federal del partido ha cerrado filas en torno al máximo dirigente del PSOE frente a “la injuria, la insidia y el acoso” de la derecha y la ultraderecha.
Este viernes, el portavoz del partido, Rafael Robles, avanzó que el PSOE-M está estudiando realizar «alguna acción concreta» en apoyo al jefe del Ejecutivo central, y mostró en nombre del partido su «apoyo y solidaridad» hacia el máximo dirigente del PSOE nacional ante «el ataque sin precedentes que está recibiendo en democracia».
«No podemos seguir así por una cuestión de salud democrática», avisó, advirtiendo de que «determinados grupos políticos, mediáticos y judiciales están interesados en romper la convivencia democrática de este país».
Imbroda asegura que la concentración frente a Ferraz ha sido un «pinchazo total»
El presidente regional del PP y de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, ha reaccionado a través de la red social ‘X‘ -antigua Twitter– de la manifestación en Ferraz, asegurando que ha sido un «pinchazo total». «¡Imagen patética! ¡España no se merece esa astracanada!», ha exclamado.
También ha reaccionado al respecto la diputada nacional del PP por Melilla, Sofía Acedo, señalando que «a pesar de de la convocatoria masiva de los socialistas y de los buses, taxis y medios puestos a disposición para continuar el show a las puertas de Ferraz, el incondicional apoyo a Sánchez se reduce a los que tienen cargo». «¡Y no todos!», exclama.
