El régimen, la oligarquía, el bipartidismo sostén tienen prisas en zarzuelar al heredero. Abdicar para amarrar, abdicar para perpetuar, para oxigenarla debacle de los últimos tiempos. Las encuestas situan a la realeza por los suelos y él lo sabía y ha ido preparando la sucesión con la connivencia en silencio de PP y PSOE, sus validos. Hay un discurso orquestado de agradecimiento a los servicios prestados por el Borbón en esta larga agonía del postfranquismo que lo avaló. Los empresarios del IBEX 35, le agradecen y adulan. El 85% de los españolitos están convencidos de la implicación por activa y por pasiva de la casa real en asumtos denigrantes de corrupción. El grano estalla y la ciudadanía que no el subditaje reacciona en todos los rincones, estallido de conciencias, exigencia de referendum donde el pueblo exprese continuidad monárquica o República. Nuestra es la palabra que intentarán deslegitimar y ante ello, la respuesta que no tiene espera. Decía y así le leo y cito el gran pensador Daniel Ben Saïd, que " la política es el arte estratégico de la coyuntura y del momento propicio ". Helo aquí pues, el " nosotros o ellos o su democracia o la nuestra". Los jóvenes de "Juventud sin futuro ", le dan el toque de humor a la fecha histórica, cuando afirman que la " Monarquía está muy bien para Invernalia, Nido de águilas y las islas del Hierro, pero que nosotros lo que queremos es democracia ". Ingenio, chispa por muy jodidos, luz y horizontes a alcanzar, ilusión perdida, un motivo más para ser actores de nuestro devenir. Razones le sobran a mi admirado profesor Navarro cuando analiza el fin esperado de la transición inmodélica. El pueblo tiene la palabra, para que por fin y aunque solo sea un símbolo, todos seamos iguales ante la ley y valgamos como uno, sin infalibles ni aforados en razón de linajes. Que se acabe el esperpento en este siglo. La República más cerca y mi recuerdo a la memoria que no olvida y devuelve orgullo y dignidad. Seguiremos el proceso, vale la pena, y sin dudas verlo, precioso anhelo.