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A mi padre, Pedro Torcello

In memoriam, por Juan Torcello

Mi padre nació en Melilla, haciendo gala de ello y de su tierra allí donde fuese. Transmitiéndome el amor a esa ciudad, desconocida para muchos, donde también nací y vuelvo cada vez que puedo. Y digo desconocida, por muchos motivos, entre ellos pocos saben que esconde más de quinientas obras arquitectónicas catalogadas de estilo modernista.

Mi padre tuvo la suerte de vivir gran parte de su vida en una de ellas, la conocida Casa de los Cristales, -originariamente el lujoso hotel Reina Victoria-, y guardo gratos recuerdos de niño recorriendo sus originales escaleras y estancias.

Sobrino del presidente del Melilla CF

Mi padre, sobrino de José Torcello García, quien fuera presidente del Melilla CF, con el que en 1962 consiguió el ascenso a la Segunda División del fútbol nacional, trabajó en la empresa creada por este industrial melillense adelantado a su tiempo y conocida como Haditor, emplazada en su día en la esquina de las calles Ejército Español y Miguel de Cervantes, muy cerca del edificio de Correos donde estoy orgulloso de haber nacido, ya que mi abuelo materno por su condición de funcionario vivía allí. Mi padre vivió una juventud espléndida en Melilla, rodeado de grandes amigos como Ángel Alarcón, entre otros muchos, amigos que ha mantenido durante toda su vida.

Nos dejó el domingo de Resurreción

Pedro Torcello Barbero, nos dejó el domingo de Resurrección y nos ha dejado mudos, sordos, solos de él; mi padre se levantaba para hacer reír a la gente, amanecía día tras día con la intención de sacar una sonrisa a quien estuviera a su lado, digno y particular cometido, que además conseguía. Tenía una memoria prodigiosa, recitaba decenas de largos poemas, seguía cantando su examen de las oposiciones a justicia, contando su interminable repertorio de chistes y también deleitando a pequeños y mayores con su afición a la magia, afición nacida en esa ciudad. Mi padre encajaba en cualquier reunión, él se adaptaba a cualquier lugar, gente y situación, y siempre con alegría.

He hablado estos días con muchos de sus amigos, y me llamaba la atención que siempre terminaban la conversación diciendo “porque yo quiero mucho a tu padre”, te quieros que han llegado desde su Melilla, Ceuta, Ronda o Castellón, un orgullo que me reconforta. Hacía algo muy bien, que era no inmiscuirse en las diferencias, tanto en las propias como en las ajenas, nuestro padre jamás se entrometió en nuestros pareceres, siempre nos respetó, no era un hombre conflictivo. Ha conseguido algo muy difícil, que al menos yo no podré conseguir ya, nunca le vi discutir con nadie, no tiene un solo adversario, no conoce enemigos, ¡¡¡qué difícil eh!!!, en este mundo de envidias y egoísmos.

Nueve nietos

Pedro Torcello, ha disfrutado mucho de sus nueve nietos, cada uno especial para “El Abuelillo”, y también de sus cinco hijos, sus yernos, su nuera, y también en otros tiempos de su única mujer, también melillense. Nuestro padre ha sido una gran persona y debemos estar felices por ello, pero ante todo nos deja una gran herencia lejos de lo material que siempre nos enseñó, ser buenas personas, él era una buena persona.

Se ha ido tranquilo, tras una vida llena de su “magia”, convencido de que sigue mirándonos. Lástima que sin darnos cuenta estamos perdiendo esa gran generación a la que no le dieron nada hecho, en tiempos de pocas facilidades donde todo se lo ganaron ellos luchando, y a la que debemos estar muy agradecidos.

Esparciré sus cenizas en Melilla

Mi próximo viaje a Melilla será para esparcir sus cenizas , -como él dejó dicho-, en esa tierra que le vio nacer y disfrutar, dejándome de herencia su cariño a esa mi ciudad, y lo haré entonando algo que muchas veces le oímos canturrear.…. “al cielo fue un melillense creyente y muy fervoroso, y así pagó al poderoso sus virtudes de cristiano. Y viendo que indiferente la eterna gloria miraba y que nada le extrañaba, le dijo el omnipotente: tu desdén no tiene nombre ante tanta maravilla, y le contestó mi hombre, perdone que no me asombre es que vengo de Melilla, y es que yo a mi Melilla la considero, la tierra más bonita del mundo entero”.

( La edición digital de PDF de MELILLA HOY

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