También los melillenses aprovechan cualquier acto de los que se celebran en la ciudad para mostrar su apoyo a esa unidad de España. El último, el concierto de la Unidad de Música de la Comandancia General de Melilla que, con motivo del Día de la Hispanidad, tuvo lugar en un Kursaal prácticamente repleto de un público que, banderas en mano, coreó entusiasta temas como "Banderitas" y que aplaudió y vitoreo a rabiar la interpretación final del Himno Nacional. Mientras la rama más dura del independentismo catalán como es el caso del partido antisistema, CUP, presiona al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, para que proclame la independencia de Cataluña antes del próximo lunes, el Gobierno de España señala al Ejecutivo catalán que si una vez cumplido el plazo fijado, la respuesta es afirmar que la independencia está proclamada o incluso si es dubitativa o ambigua, continuará el proceso, en cierta forma iniciado, de la aplicación efectiva del artículo 155 de la Constitución española y pasará a la segunda fase del ultimátum, es decir, la que expira el próximo jueves.
En este compás de espera el sector económico catalán continúa con la fuga de empresas hacia otras comunidades autónomas que inició el Banco Sabadell al cambiar su sede social de Barcelona a Alicante. Una iniciativa encaminada, entre otras cuestiones, a preservar y garantizar los fondos de sus clientes, cuya senda hasta la mañana de ayer habían seguido 389 empresas, trasladando sus sedes sociales, e incluso en algunos casos las fiscales, fuera de Cataluña. Todo apunta que de prolongarse esta situación la economía catalana podría entrar en un período de grave riesgo de recesión, ya que que estas empresas no volverían a Cataluña hasta que transcurriera un período mínimo de cinco años, en caso de no producirse la independencia, que es lo que ha ocurrido en Quebec. Pero mientras llega la respuesta de Puigdemont al Gobierno las empresas siguen marchándose y las últimas en sumarse a la lista son la aseguradora Axa, Bimbo y Cola-Cao. Hasta el momento las marcas que se han ido tienen un valor de mercado que equivale a cerca del 50% del Producto Interior Bruto, PIB, catalán, es decir, 210.000 millones de euros, por lo que si no vuelven las pérdidas pueden se multimillonarias y los ingresos que dejen de generar las empresas de la fuga se podrían cifrar entre 60.000 y 70.000 millones de euros lo que supone el 30% del PIB, mientras que a nivel de activos, es decir, de las inversiones de las empresas que ya se han ido, la cifra podría elevarse a varios cientos de mlillones de euros. Ahí es nada. Seguro que eso hace mella.
Al margen, en el resto del país siguen las muestras de reafirmación a la unidad de España, de cientos de miles de personas. Una de estas manifestaciones se vivió el pasado jueves durante el desfile que conmemora el Día de la Hispanidad, donde tanto el público congregado en las aceras del recorrido, como la profusión de las enseñas nacionales, fue mucho más visible que en anteriores ocasiones. y con respecto a lo que nos toca, la euforia ciudadana se desbordó con especial énfasis, al paso de la representación del Grupo de Regulares de Melilla nº 52 y del Tercio Gran Capitán I de La Legión. Una celebración empañada al conocerse la noticia que cuando apenas había finalizado el desfile del 12-O, uno de los cazas que habían participado se estrelló mientras realizaba las maniobras de aproximación a la base de Los Llanos, en Albacete, para aterrizar.Su piloto, Borja Aybar, de 34 años de edad, uno de los mejores de España, murió en el acto.
Pero también los melillenses aprovechan cualquier acto de los que se celebran en la ciudad para mostrar su apoyo a esa unidad de España. El último, el concierto de la Unidad de Música de la Comandancia General de Melilla, Comgemel, que con motivo del Día de la Hispanidad, tuvo lugar en un Kursaal prácticamente repleto de un público que, banderas en mano, coreó entusiasta temas como “Banderitas” y que aplaudió y vitoreó a rabiar la interpretación final del Himno Nacional.