El Aeropuerto de Melilla ha iniciado un programa de concienciación y control de segregación de residuos no peligrosos en el que ha invertido cerca de 6.700 euros. El proyecto no sólo involucra a Aena sino también a los proveedores externos. El proyecto ha permitido la instalación de 31 recipientes para separar determinados residuos no peligrosos que se generan a diario derivados de la actividad aeroportuaria, como papel, vidrio, cartón y otros restos, y que serán retirados también cada día.
Papeleras
Las papeleras se han distribuido en toda la terminal, el bloque técnico (en oficinas, centro de control meteorología, entre otras zonas), el Servicio de Extinción de Incendios, la central eléctrica, el área de embarque y desembarque, el patio de carros y la torre de control.
Compromiso medioambiental
En esta actuación, que abunda en el compromiso medioambiental de Aena, el Aeropuerto de Melilla no sólo ha implicado a los trabajadores que realizan su labor en la infraestructura, sino también a los proveedores externos, en una cadena de tareas encaminada a mejorar el entorno y para la que también se ha implementado un plan de concienciación.