El delegado del Gobierno, Enrique Beamud, acompañado por los recién elegidos parlamentarios por Melilla (el diputado Antonio Gutiérrez y los senadores Carlos Benet y Juan José Imbroda), visitaron las obras del nuevo puesto fronterizo de Beni-Enzar, unas instalaciones por las que más de veinte mil personas cruzaban a la ciudad a diario. Beamud prometía una frontera "europea" frente a la "inmundicia actual", en relación al mal estado en el que se encontraba hasta entonces este puesto.
Algo más de 300 trabajadores de la Ciudad Autónoma se concentraban frente a las puertas del Palacio de la Asamblea después d que no se alcanzara un acuerdo entre el gobierno local y los sindicatos. La reivindicación pasaba por un aumento de los salarios.