Habemus CEIP Encarna León.
Un año después de que finalizaran las obras de construcción del nuevo centro escolar ubicado en el antiguo cuartel ‘Gabriel de Morales’, con capacidad para acoger hasta 1.000 alumnos, este miércoles por la mañana, el vicepresidente primero de la Ciudad Autónoma y consejero de Fomento, Miguel Marín, ha firmado la licencia de primera ocupación del centro escolar tras haberse subsanado las diferentes deficiencias que presentaba el mismo. Motivo por el cual no se pudo inaugurar en septiembre del año pasado, coincidiendo con el inicio del curso escolar 2023/2024.
“Menos de un minuto” ha dicho que ha tardado Marín en firmar la correspondiente licencia de primera ocupación para que, en un breve plazo de tiempo, los alumnos de las aulas modulares de Gabriel de Morales abandonen dichas estancias para mudarse al nuevo colegio. Ojalá el arreglo de los desperfectos que aquejaban al CEIP Encarna León y que han retrasado su apertura se hubiesen solventado también en el menor tiempo posible para que el centro pudiese entrar en funcionamiento, si no bien al principio, al menos a mitad del curso escolar para aprovechar sus amplios y modernos espacios.
Sin embargo, la infraestructura ha visto la vida pasar durante estos siete meses en los que desde la Dirección Provincial de Educación han estado solventando los diferentes desperfectos que señalaban desde la Consejería de Fomento para no autorizar, hasta ahora, la licencia de primera ocupación. Siete meses de espera en los que el silencio ha reinado entre las distintas salas, estancias y pupitres del CEIP Encarna León, en vez del timbre de clase, el bullicio y el jolgorio de numerosos niños y profesores llenando de vida un inmueble que ha supuesto una inversión de 12,4 millones de euros, consta de cuatro líneas y es, en definitiva, “un centro amplio, a la vanguardia del país”, según señaló en su día la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, durante una visita al colegio tras la finalización de las obras.
Aun así, nunca es tarde si la dicha es buena, y la apertura de este nuevo centro escolar, que el director provincial de Educación, Juan Ángel Berbel, sitúa para el tercer trimestre del curso escolar, aliviará las ratios de alumnos por aula que padece Melilla, de las más altas del país.
La incógnita ahora está en el futuro uso de las aulas modulares una vez hecho efectivo el traspaso al nuevo centro escolar. Por el momento, el consejero de Educación, Miguel Ángel Fernández Bonnemaisón, ha señalado que toda la zona de Gabriel de Morales se va a someter a “una reestructuración urbanística”, enmarcado dentro del Plan Urbanístico “que tiene establecido” la Consejería de Fomento. Sin embargo, niega que desde la Ciudad Autónoma tengan planeado “ninguna actuación inmediata” para el curso actual.
Estaremos atentos respecto a las actuaciones que se lleven a cabo en esa zona. Melilla no es tan grande como para permitirse desperdiciar espacio como si nada.
