La vigésimo quinta edición de los Cursos de Verano Ciudad de Melilla contó durante la mañana de ayer con las conferencias de varios ponentes, que abordaron temáticas tan diversas como la asistencia a los enfermos mentales o los delitos que comete el personal sanitario durante el desarrollo de su actividad profesional. La psicóloga clínica Ana Ruth Bernardo; la subdirectora general de Penas y Medidas Alternativas, Myriam Tapia; el médico del Centro Penitenciario de Melilla, Guillermo Padilla; y los docentes de la Facultad de Enfermería de Melilla (UGR) Raquel García y Carlos García fueron los conferenciantes de la jornada.
La tercera jornada del curso de verano ‘Sanidad Pública: aspectos legales, sanitarios y asistenciales’ acogió durante la mañana de ayer ponencias muy diversas, en la que se trataron asuntos de interés como la problemática de asistencia sanitaria a enfermos mentales en situación de libertad o privados de ella, o la oportunidad que ofrecen algunos programas que se desarrollan en centros penitenciarios para encaminar la conducta de los presos hacia hábitos saludables.
En esta ocasión, el segundo ciclo de conferencias de los Cursos de Verano contó ayer con las intervenciones de la psicóloga clínica de la Sociedad Andaluza de Salud Pública, Ana Ruth Bernardo; la subdirectora general de Penas y Medidas Alternativas, Myriam Tapia; el médico del Centro Penitenciario de Melilla, Guillermo Padilla; y los profesores de la Facultad de Enfermería del Campus de Melilla (UGR), Raquel García y Carlos García.
Mejorar hábitos en prisión
La primera ponencia de la jornada corrió a cuenta de la psicóloga clínica, legal y forense Ana Ruth Bernardo, quien habló sobre el programa que se lleva desarrollado desde 2009 en el Centro Penitenciario de Albolote, en Granada, para “promocionar la salud” desde diferentes áreas, que abarcan desde la educación afectivo sexual, la alimentación y la higiene hasta la salud mental. Según expuso la psicóloga, este programa tiene presencia en uno de los módulos de la prisión, en el que presta atención a cerca de 40 personas de entre 18 y 21 años.
“Hay muchas realidades y es importante adaptarse a cada una de ellas”, incidió, motivo por el que se aplica esta iniciativa en un grupo reducido.
Detener el consumo
La subdirectora general de Penas y Medidas Alternativas, Myriam Tapia, presentó un programa novedoso en el que se interviene para erradicar el abuso de sustancias adictivas. Explicó Tapia que se trabaja con individuos que han sido “penados a cumplir trabajos en beneficio de la comunidad y cuentan con algún problema de abusos de sustancias”. En esta línea, especificó que, a través de intervenciones “psicoeducativas y psicoterapéuticas” se les intenta “animar al cambio y a la búsqueda de ayuda en esa salida de la drogodependencia”.
Según la subdirectora de Penas y Medidas Alternativas, las personas a las que se dedica este programa son aquellas que han incurrido en un delito estando bajo los efectos de cualquier sustancia. Al respecto, estimó que en España hay una media “de 120.000 o 125.000 penados a trabajos en beneficio de la comunidad”, por lo que hay una probabilidad muy alta de que muchos de ellos “tengan un problema de abuso de sustancias”.
“Este programa se acaba de diseñar a través del Plan Nacional de Drogas 2013-2016. Estamos con grupos de pilotaje en distintos servicios de gestión de pena en medidas alternativas de España”, explicó Tapia, quien aclaró que la iniciativa todavía no cuenta con presencia en Melilla.
Enfermedades mentales
El médico del Centro Penitenciario de Melilla, Guillermo Padilla; y la profesora de la Facultad de Enfermería del Campus de Melilla (UGR), Raquel García, protagonizaron una mesa redonda en la que se abarcó la problemática de la asistencia sanitaria a enfermos mentales. Entre otros datos subrayaron que, según diversos estudios, “una de cada cuatro personas sufrirán alguna enfermedad mental a lo largo de su vida”. Asimismo, incidieron en que la depresión es el tipo de dolencia más común.
Según expusieron, hay grupos sociales que, por diversos factores, son más propensos a padecer enfermedades mentales. Uno de estos colectivos es el de los presos. “Una persona que ingresa en prisión necesita un periodo de adaptación para conseguir un grado de bienestar”, relató el médico, quien aseguró que muchas personas “se desestructuran con su entrada en prisión”. La docente añadió que las personas sin hogar también forman un colectivo vulnerable de sufrir trastornos mentales. “En España hay alrededor de 100.000 personas en situación de exclusión social”, dijo, matizando que hay estudios que apuntan a que más del 84% de este grupo padece alguna dolencia psíquica, siendo las más frecuentes la esquizofrenia, los trastornos de ánimo o de personalidad. Según expusieron, las mujeres maltratadas también son más susceptibles de sufrir alguna enfermedad de este tipo.
El consumo de drogas también es uno de los principales desencadenantes de trastornos mentales. Las sustancias que más se consumen son el alcohol, la marihuana y la cocaína. Según estudios, cerca del 50% de las personas que consumen droga tienen problemas de salud mental, siendo una circunstancia que afecta “especialmente a los jóvenes”. Entre las enfermedades más comunes por consumo de droga, destacaron el delirio, experimentar estados psicóticos, situaciones de pánico o la esquizofrenia.
“Cada vez se ponen más denuncias en Sanidad”
El último ponente de la jornada de ayer fue el docente de la Facultad de Enfermería (UGR), Carlos Andrés García. Según explicó, los delitos más comunes que suele cometer el personal sanitario durante el ejercicio de su profesión es el de lesiones por imprudencia.
“Estos delitos implican una inhabilitación para su ejercicio, además de una posible condena”, aseguró. Asimismo, apuntó que se cometen cada vez que “no se siguen los criterios de la buena práctica profesional”. En esta línea, el docente aseguró que “cada vez se ponen más denuncias en Sanidad” por negligencia profesional.
Diferenciar conceptos
Durante su intervención, el ponente aclaró la diferencia que existe entre el delito de omisión del deber de socorro y el de denegación de asistencia sanitaria, que es el que se da en los casos en que profesionales de la salud no atienden a una persona que pide auxilio. “La última sentencia de Tribunal Constitucional por este caso es de 2015, por un médico de Ciudad Real que no atendió a un paciente, que falleció en la puerta de Urgencias. Se le penó con una multa de 3.000 euros y 6 meses de inhabilitación”, relató García.
Por otro lado, también habló de la eutanasia, con todas las connotaciones morales y jurídicas que implica. Según subrayó el docente del Campus de Melilla, “en España no hay nadie condenado por esta causa”. Asimismo, apuntó que la pena mínima por este delito sería la de 18 meses.
Las ponencias programadas para hoy
Durante la jornada de hoy intervendrán el jefe de Servicio de Alertas Internacionales de la Subdirección General de Sanidad Exterior, Miguel Dávila; y la jefa de servicio del Área de Medicamentos Ilegales de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, Stella Sandra Bentolila. Ambos abordarán en sus conferencias cuestiones como el reglamento sanitario internacional; el papel de la sanidad exterior como autoridad sanitaria en las fronteras españolas; los medicamentos ilegales y falsificados, así como el tratamiento penal del medicamento ilegal. Las ponencias darán comienzo a partir de las 9.30 horas.
