En el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, la Asociación de Autismo Melilla reivindicó ayer que los colegios sean el "entorno inclusivo" que los niños del espectro precisan, que además requieren de "profesionales especializados" sobre la materia. Así lo dejó de manifiesto ayer el presidente de la entidad, Nicolás Fernández, que hizo propio el lema de la jornada a la hora de reivindicar "Tolerancia, inclusión y respeto" para un colectivo que tiene mucho que aportar a la sociedad. Autismo Melilla se adelantó ayer a la celebración de esta jornada organizando, además de la lectura del manifiesto, la instalación de una mesa informativa desde la que llegar al ciudadano. Con la Plaza Menéndez Pelayo tomada por la Asociación de Autismo Melilla, tanto niños como sus familias, se celebró ayer de forma adelantada el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo. A las doce de la mañana y con el apoyo del presidente de la Ciudad y del delegado del Gobierno, entre otros, una voluntaria de la asociación dio lectura al manifiesto reivindicativo. Previamente la asociación había instalado una mesa con información sobre el trastorno y las necesidades de las personas que lo padecen, y se expusieron, para su adquisición, objetos decorativos, elaborados por usuarios, familias y voluntarios y unas pulseras diseñadas específicamente para la ocasión y, en cuya confección han colaborado Adela Alemany y Rocío Guevara. También se vendieron camisetas conmemorativas, en colaboración con Equipaciones Geepard.
Demandas
Nicolás Fernández, presidente de Autismo Melilla, explicó que el lema de esta jornada es el de "Tolerancia, inclusión y respeto", porque si se lograran estos tres aspectos, "la vida de las personas con autismo mejoraría mucho". En la ciudad, por el rango de edad de los afectados que la asociación tiene como usuario, que son niños de entre 2 y 19 años, "lo que nos preocupa es la inclusión educativa, porque queda mucho para conseguirla". Según dijo, casi todos los niños con autismo "en algún momento de su educación obligatoria van al Centro de Educación Especial, pero pensamos que el entorno tiene que ser lo más inclusivo posible, por lo que entendemos que tienen que estar en los colegios ordinarios con apoyos, ratios bajas y profesionales preparadas, pero no se dan estas circunstancias, ni siquiera se da la mentalidad" necesaria.
Indicó que el autismo es una discapacidad que "precisa de profesionales preparados específicamente, porque pueden ayudar a disminuir las dificultades de socialización de los niños, que sin socialización se genera estrés y discriminación". A estos niños no se les ofrece, aseguró, "sistemas de comunicación alternativos y el no poder comunicarse puede traer los problemas de conducta de los niños".
Además defiende la Asociación que a las personas con autismo, no les basta pasar por la etapa educativa obligatoria, sino que precisan de una formación a lo largo de toda su vida, pero "cuando terminan esta etapa no hay nada que responda a sus necesidades, algo que debería asegurar la administración con el personal especializado".
Otro escollo para las personas con autismo se encuentran en su acceso al mercado de trabajo, de ahí que "el desempleo en las personas con autismo sea mayor que en el resto de colectivos" de personas con discapacidad. Indicó que aunque "tienen dificultades para las relaciones sociales, tienen otras potencialidades, y por ejemplo en los trabajos mecánicos suelen ser muy buenos, por lo que se trata de que la administración potencie esas cualidades y las haga llegar a las empresas".
La Asociación, que anima a las autoridades para que la ciudad esté lo más señalizada posible para permitir a las personas con autismo "se puedan mover mejor por la ciudad, dado que entienden mejor las imágenes que el lenguaje", cuenta actualmente con cuarenta familias asociadas. "Tenemos a cuarenta usuarios, pero el autismo afecta a toda la familia, por lo que hablamos de un colectivo casi de 200 personas. La asociación también se ocupa de las familias, porque es importante tratarlas no sólo como cuidadores, sino como sujetos en una situación familiar que muchas veces les desborda y altera la normalidad", afirmó Nicolás Fernández.
