¿Somos tontos, idiotas, nos gusta el riesgo, nos dejamos manipular? ¿Por qué además de en nosotros no pensamos un poco o mucho en la familia, amigos, incluso en terceros? Yo, por supuesto que ni se exactamente de qué va, ni quiero enterarme, pero leo y me preocupa mucho mi entorno, la sociedad en general, la convivencia sana, normal y natural, ¿Es mucho pedir?
Por favor hagamos todos un “pequeño” esfuerzo, si es que cuesta muy poco.Leo y me entristezco con muchas cosas y situaciones incomprensibles: Una chica catalana de 15 años que participaba en un macabro juego de Internet llamado “Ballena azul” va y se suicida y ya, al parecer, van ocho casos con este “inocente” jueguecito. Creo que los padres debemos estar más atentos a estas situaciones y controlar más y mejor dónde se meten nuestros hijos. Tampoco entiendo que los proveedores de servicios de internet no den los pasos necesarios para que lo que llega por sus servidores no sea una amenaza para la vida de nadie.
Creo que todas las personas bien nacidas, que son casi todas, reclaman cada vez más y exigen un buen funcionamiento de la sociedad en la que viven, todos apostamos por un futuro esperanzador para nuestros hijos, el bienestar, el progreso, la convivencia en paz, la igualdad de oportunidades, etc. Quien diga que no le interesa la política, con perdón, miente, se diga lo que se diga, a la gente le interesa y preocupa la política porque le afecta y además la necesita. Apostando por esa política, la de la buena, la honesta y responsable a la que todos tenemos derecho a utilizar como garantía de integración, de desarrollo personal y social. No obstante reconozco que tiene serios y profundos enemigos, gentes, colectivos, intereses, grupos sociales, etc., que quieran o no, a veces no permiten que la política cumpla su función de defensa del bien común. Ya lo decía Josep Ramoneda, que demasiado a menudo los políticos (sálvese el que pueda) se comportan como los principales enemigos de la política, con más detalle, cuando la patrimonializan, cuando sitúan sus intereses personales por delante de los colectivos y cuando tratan a los ciudadanos como súbditos, con desdén y sin el reconocimiento de su derecho a participar y proponer. Perversiones de la política que tienen mucho que ver con su propio deterioro y con la crisis del régimen político que vivimos en España.
Vándalos, cafres, impresentables excrementos “humanos” que se hacen notar para mal y para mal ejemplo. Uno de tantos ultras que abrazan el fascismo desintegrador, ese “bético” (que me perdonen los béticos sanos) de 28 años que arremete a sí “por las malas” (de buenas nada) contra un pasivo ciudadano que tomaba un café en una terraza casi vacía en la ciudad donde jugaba el equipo verdiblanco. Menudo bestia y salvaje. Leo que ya ha sido detenido, con esta son ya 28 las veces que lo detienen por hechos similares o peores. Por favor, que la justicia le dé un buen correctivo y lo retenga durante bastante tiempo.
Son muchas ya las agresiones salvajes que se vienen produciendo sobre todo, en campos de fútbol donde se pegan jugadores entre ellos, estos al colegiado, también padres cafres que en lugar de separar y dar ejemplo de civismo, se convierten en unos energúmenos más y se lían también a golpes. Esto es una lacra de la sociedad que hay que atajar y erradicar, y cuanto antes mejor. En un partido de fútbol sala de este fin de semana un jugador que deja KO al árbitro de la contienda y algunos indeseables espectadores incluso aplauden “la azaña”.
Todo esto es tremendo, cualquier cosa menos deporte, los colegiados son jueces durante la contienda y son los primeros en actuar cuando vean a jugadores que se sobrepasan y no van a la disputa del balón con limpieza, incluso, algunos (pocos y conocidos) agreden sin balón y eso es peor y precisan una expulsión inmediata. Ayer mismo, semifinal de Champions, sin balón por medio, un jugador blanco pega un fuerte codazo por detrás en el cogote del rojiblanco sin balón en juego aún, ni falta, ni castigo, ni na de na. Si a algunos los castigan con el video ¿Por qué no a este? Cosas como esas no se deben pasar sea el que sea quien las haga, otras veces son de otro equipo con otros colores, pero el “susodicho” es muy reincidente en hechos similares, no hace falta dar el nombre. Por sus goles en tiempo añadido y brutalidades lo conoceréis.¿Es tan difícil vivir y comportarse de forma normal, racional y sin violencia? Creo que no y entre todos esforzándonos un poco, o mucho más cívicamente conseguiremos vivir en una sociedad más justa, razonable y ejemplar.
