Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Logo de Melilla hoy

El rincón de Aranda

Sobre Antonio Cánovas y sus calles en Málaga y Melilla

Leyendo lo que este periódico publicaba sobre la calle Cánovas, calle que me trae tantos recuerdos, como la de Murcia, o Cuesta de la Morena, cuando de la mano de mi madre, ésta saludaba a su amiga de niñez, hija de Dª Carmen Hernández Pérez, (“la Morena”), que era rubia; pero esa es otra historia.
Referente a Antonio Cánovas del Castillo, sabrán que nació en Málaga, en la calle Nuño Gómez 9, paralela a la de Carretería y al Pasillo de la Cárcel, (actual Av. De la Rosaleda), junto al río Guadalmedina. El 5.02.1810, su padre, Juan José del Castillo, murió en Málaga luchando contra las tropas francesas. Era maestro de primeras letras en el Consulado de Comercio y en el Colegio de San Telmo de Málaga.

Como dato anecdótico y debido a la sensación de influencia que las posesiones de España en el Norte de Africa, le inspiraban a Cánovas, diremos que fue un estadista con una gran visión de futuro con respecto a nuestras posesiones. En uno de los muchos discursos que pronunció, entre otras cosas, decía:
“…La grandeza del tiempo de los almorávides y almohades y de los primeros benimerines, desapareció como un relámpago. Perdióse hasta los nombres de tantos poetas y sabios artistas, solamente quedan los guerreros, y estos, humillados y vencidos, porque en las campañas de nuestros días solo sirven las matemáticas más que el valor. Pero hay una ley histórica que se viene observando en el Maghreb Alacsa, que dice bien claro que el pueblo conquistador que domine una de las dos orillas del Estrecho de Gibraltar, antes de mucho tiempo dominará la otra orilla opuesta. Esta ley no dejará de cumplirse. Y si no hay en España bastante valor o inteligencia para anteponerse a otras naciones en el dominio de las fronteras playas, día ha de llegar en que sucumba nuestra independencia, y nuestra nacionalidad desaparezca para no resucitar jamás. Ahí en frente hay para nosotros una cuestión de vida o muerte, no debemos olvidarla.

Más adelante: “(…) en el Atlas está nuestra frontera natural, que no en el canal estrecho que junta el Mediterráneo con el Atlántico: es lección de la Antigua Roma”.

Yo pienso que al menos las fronteras, hasta el momento actual, están en Ceuta y Melilla, y algo nos queda. Pero con las declaraciones demagógicas de algunos políticastros de fulañí, que todos conocemos, llegará a cumplirse lo que dijo Cánovas del Castllo, y eso sería una traición, o felonía, por parte de los gobernantes de turno.

D. Antonio Cánovas, murió asesinado el 8.08.1897, en el Balneario de Santa Águeda, en Mondragón, Guipuzcoa, por el anarquista italiano, Michele Angiolillo, que se inscribió en el balneario como corresponsal del periódico italiano “Il Popolo”. Según declararía en el momento de su detención, el motivo fue la venganza por las muertes de los anarquistas detenidos en Barcelona a raíz del atentado contra la procesión del Corpus, en junio de 1896.

Práxedes Mateo Sagasta, (con otra calle cercana a la suya), al glosar la figura de su rival político, y amigo, dijo que “…Después de la muerte de D. Antonio, todos los políticos podemos llamarnos de tú…”.

En 1901, Alfonso XIII le concedió a su viuda, Joaquina de Osma y Zavala el título de Duquesa de Cánovas del Castillo. En 1975 el Ayuntamiento de Málaga, erigió un monumento, en la avenida que lleva su nombre, en el barrio de la Malagueta, y en 2009 se instaló una placa en su honor en el salón de plenos de la Casa Consistorial de Málaga.

Debo decir que el escultor de su estatua, se pasó un poco en la altura de la imagen, ya que la hizo muy alta, y como saben, Cánovas era más bien chaparrito.

Una de sus famosas frases, que yo recomiendo a muchos patrioteros de ojaneta que reflexionen sobre ella, es: “Con la patria se está con razón o sin razón; como se está con el padre y con la madre”.

Loading

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€