“Más vale morir de pie que vivir arrodillado”, esta frase fue popularizada por La Pasionaria durante la Guerra Civil, aunque también la usó Che Guevara y su origen hay quien lo atribuye a Emiliano Zapata. Sea como fuere es una frase de origen y uso revolucionario que posiblemente pueda ser asumida por cualquiera de nosotros, pero de forma únicamente retórica pues …
…la realidad cotidiana nos demuestra lo falaz de la misma en cuanto a la masa, que no colectivo, que representa la supuesta ciudadanía de los diversos países occidentales, masa por principio timorata o cobarde.
¡Ya está otra vez delirando! se dirán si han tenido paciencia para leer lo antecedente, y tal vez tengan muchísima razón, estoy delirando, pero es un delirio provocado, y no por el alcohol ni ninguna otra sustancia adictiva, no, mi delirio viene provocado por todos los acontecimientos que nos inundan; el detonante para esta explosión verborreica ha sido la noticia de las medidas de seguridad adoptadas en Madrid con motivo de la ya tradicional fiesta de fin de año en La Puerta del Sol.
Desde que se viene celebrando dicha fiesta, popular, nunca se habían tomado medidas de seguridad más allá de las normales cuando se producía una aglomeración de personas, prevenir riñas callejeras y otros altercado menores; este año las medidas han sido extremas como consecuencia del riesgo de atentado yihadista, todos las hemos oído: limitación de “aforo” de la Plaza a veinticinco mil personas (otros años parece que hasta setenta y cinco mil y en las manifestaciones podemitas ¡un millón!) y doble control policial de acceso con objetos contundentes y vidrios, amén de armas y explosivos ¡lógicamente!; de aquí a cobrar por entrar hay un paso que a buen seguro no tardaremos en ver (no le cobro nada por la idea Sra. Carmena); por cierto, dado mi natural preguntón, se me ocurren algunas preguntas: ¿cómo se puede perpetra un acto terrorista con un bate de béisbol (por poner un ejemplo de objeto muy contundente) o con una botella o un cascote de vidrio?, ¿en plan choricete de barra de bar?, ¿se tendrá que embotellar la sidra y el cava en botellas de plástico a partir de ahora?, ¿se limitará la capacidad de los envases o se exigirán envases monodosis (monocopa de cava o sidra en nuestro caso)?, ¿se analizará el contenido de las botellas?, ¿se limitará el número de envases que pueda introducir cada persona o el total de todos los asistentes?, diez envases de 100 cl son un litro y así sucesivamente hasta alcanzar cantidades significativas de posibles elementos componentes de materias explosivas.
Ha sido una visión ¿deprimente?, ¿desoladora?, ¿denigrante?, ¡incalificable! ver como las personas que deseaban acceder eran cacheadas y registradas sus pertenencias por la policía (se han echado de menos los tornos y arcos de seguridad, ¡tremenda negligencia! por parte de las autoridades ¿competentes?), claro que mientras no lleguemos a la eliminación total, o prohibición, de toda celebración multitudinaria, como ha ocurrido e Paris (expresión de la victoria, bien que parcial, de los terroristas), sólo con amenazar nos escondemos, nos podemos dar por contentos y considerarnos libres de manifestar alegría colectivamente.
Enlazando con la frase introductoria, cada persona tiene la libertad de elegir cómo vivir y, en ocasiones, como morir, occidente, por medio de sus dirigentes, sus políticos, ha elegido, “vivir arrodillada”, más aún “de rodillas y enjauladas” (el sumun de la seguridad), al cambiar libertad por seguridad, la seguridad de vivir esclavos y “sumisos” a las imposiciones y amenazas con base ideológica y religiosas de unos fanáticos, porque todo esto “es por nuestra seguridad” (nunca lo olviden), frase mágica, talismán usado por nuestros dilectos gobernantes para justificar todas las medidas restrictivas de libertades individuales y colectivas adoptadas por ellos y ,incomprensiblemente para mí, jaleadas por muchos que ¡oh, casualidad! son los que siempre estás dispuestos a justificarlas ante las cámaras de televisión sintiéndose contentísimos y segurísimos (¿nunca le preguntan a nadie en contra? ¿no hay nadie en contra?), el miedo y la cobardía son libres, quizás lo único libre en nuestro país.
Emulando a Winston Churchill después de la firma del acuerdo Munich cuando dijo aquello de “habéis cambiado honor por paz y no tendréis ni paz ni honor” ¿deberíamos decir “cambiáis libertad por seguridad y no tendréis ni seguridad ni libertad”? Sinceramente espero la respuesta sea “no”, pero dejemos de cazar moscas a cañonazos, tomen medidas contra los malos, los asesinos, los terroristas y los que los protegen, los ocultan y los adiestran, y no contra todos de forma indiscriminada; esto no será hasta que los ciudadanos seamos tales y dejemos de ser masa, tomemos conciencia y exijamos a los políticos una legislación, fundamentalmente penal, y una actuación efectiva de las FCS que salvaguarden nuestra libertad, como bien fundamental y primordial del individuo sin la cual nada merece la pena y por tanto protegible en primer lugar como derecho superior por encima de otros derechos, por supuesto sin menoscabo de nuestra seguridad.
