“Debemos mantenernos firmes en nuestro ideales, tradiciones y lema: Fuego, movimiento y choque, conservando la forma de pensar de nuestros antecesores y rebelándonos ante aquellos que pretendan cambiar nuestro estilo”, dice el coronel jefe del Tercio Gran Capitán 1º de La Legión
Con un viento indomable que ondeaba las capas de los soldados que estaban en formación, Regulares y Legionarios han celebrado este viernes al mediodía una parada militar en la explanada ‘Héroes de Melilla’ de la Base Alfonso XIII con motivo de la festividad de su patrona, la Inmaculada Concepción, patrona del Arma de la Infantería española, del Cuerpo Jurídico Militar y del Cuerpo de Capellanes Castrense.
Una parada presidida por el comandante general de Melilla, general de división Luis Sáez Rocandio, y en la que han estado presentes las principales autoridades militares, civiles y políticas, como la delegada del Gobierno, Sabrina Moh; la vicepresidenta segunda de la Ciudad Autónoma de Melilla, Fadela Mohatar; el senador Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu, y demás diputados de otros partidos de la Asamblea.
Así pues, y con la imagen pulcra de la patrona encabezando y bendiciendo el acto militar, se recordó la efeméride del ‘milagro de Empel’ cuando, hace más de 400 años (1585), un soldado de los Tercios de Flandes descubrió la imagen de la Virgen María mientras cavaba una trinchera con pocas esperanzas de sobrevivir. Un suceso “extraordinario” que finalizó “con la advocación de la Inmaculada Concepción por todos los infantes españoles”.
Acto seguido, el suboficial mayor de Infantería, José Manuel Pérez Hernández, ha renovado su juramento ante la bandera al pasar a la reserva el próximo 8 de marzo de 2024, se ha impuesto la cruz al mérito militar con distintivo blanco a un suboficial y siete militares de tropa, y se ha realizado el tradicional homenaje a los caídos.
El acto ha finalizado con la interpretación a pleno pulmón del Himno de Infantería por parte del Grupo de Regulares de Melilla nº 52 y del Tercio Gran Capitán 1º de La Legión, y con el posterior desfile a pie de ambas unidades y la interpretación del himno nacional.
Fuego, movimiento y choque
“El soldado febril que exige un puesto en primera línea”, “el que grita en la alambrada que tiren sobre él porque está rodeado”, “el sargento que muere en el asalto, “el coronel que no se rinde aunque le fusilen al hijo”… Numerosas son las descripciones que ha enumerado en su alocución ante los presentes el coronel jefe del Tercio Gran Capitán 1º de La Legión, Antonio Ferrera Arriba, para definir lo que es “el estilo de infantería”, un estilo “propio” que señala que ya definió “brillantemente” en su día el entonces coronel José María Sánchez de Toca con motivo del centenario del patronazgo de la Academia de Infantería.
Aun así, ha dejado claro que “todo esto sería la Infantería que se crece cuando vienen mal dadas, porque la vida cotidiana de la Infantería no es heroica, solamente cansada, a veces aburrida y casi nunca triste”, reconoce. “Pero con todo eso no agota lo que es la Infantería” que, a su juicio, es “tratar de hacer bien lo que hay que hacer, aceptando de entrada que puede salir mal, y asombrarse gozoso cuando sale bien”.
De este modo, Ferrera Arriba ha instado a Regulares y Legionarios a mantener “el estilo de la Infantería”. “Porque si perdemos nuestro estilo ponemos en peligro la existencia de la Infantería española”, advierte.
“Debemos mantenernos firmes en nuestros ideales, en nuestras tradiciones, en nuestro lema: Fuego, movimiento y choque, conservando la forma de pensar de nuestros antecesores y rebelándonos ante aquellos que pretendan cambiar nuestro estilo”, sostiene.
Con la patrona frente a él, Ferrera Arriba ha pedido a la Inmaculada Concepción “que cuide de aquellos que cayeron cumpliendo con su deber e interceda por nosotros y nos ayude a conservar el estilo de la fiel Infantería española”.
