La parada militar con motivo del día de la Patrona del Arma de Infantería se ha desarrollado este jueves con normalidad en el Acuartelamiento Millán Astray pese a la amenaza de lluvia
Un cielo plomizo amenazante de lluvia parecía dispuesto a pasar por agua la parada militar que este jueves tenía cita en el patio de armas del Acuartelamiento Millán Astray de La Legión con motivo del Día de la Inmaculada Concepción. Las dispersas gotas de lluvia que humedecieron el suelo de la explanada antes del inicio del acto eran la señal que hacían presagiar que el día iba a estar pasado por agua.
Nada más lejos de la realidad, pues el tiempo desapacible que se ha presentado esta mañana en Melilla ha dado un respiro para que el acto en conmemoración de la Patrona del Arma de Infantería se haya desarrollado con total normalidad en presencia de numerosas autoridades militares, civiles y políticas.
Lorenzo Gómez López, ‘Legionario de Honor’
Así pues, las distintas unidades en formación, encabezadas por el Grupo de Regulares nº 52 (GREG 52), el Tercio Gran Capitán I Bandera de la Legión, la Unidad de Música de la Comandancia General de Melilla (COMGEMEL) y el Tabor ‘Alhucemas’ I/52, han protagonizado los principales actos que se han llevado a cabo en dicha explanada, entre los que destacan la lectura de la efeméride del ‘milagro de Empel’, el acto de homenaje a los caídos por España, la entonación del Himno de Infantería y el tradicional desfile. El Teniente General Jefe del Estado Mayor Conjunto, Fernando García González-Valerio, ha sido el encargado de presidir el acto y de pasar revista a las unidades.
Durante el acto se ha impuesto la cruz al mérito militar con distintivo blanco a suboficiales del Tercio y del Grupo de Regulares, y a militares de Tropa y Marinería, así como se ha nombrado ‘Legionario de Honor’ al Teniente Coronel de Artillería Lorenzo Gómez López.
«Acometividad y arrojo»
En su alocución, el coronel jefe del GREG 52, José María Torres Fernández, ha aseverado que la Infantería destaca por su «acometividad y arrojo», su «valor» y su «capacidad de esfuerzo diario, sacrificio, esfuerzo y compromiso». «Porque ser infante es eso, esfuerzo, seguir avanzando cuando el cuerpo pide descansar, sacrificarse por el compañero», ha afirmado, asegurando que, por eso, los infantes tienen que sentirse «orgullosos de los valores» que les acompañan y que les permiten «afrontar las situaciones complejas que conllevan el combate moderno».
Asimismo, Torres Fernández ha apuntado que ser infante conlleva además realizar el trabajo diario de manera «callada y responsable dando lo mejor de cada uno, cumpliendo con las obligaciones diarias que conllevan el puesto táctico que ocupamos». «Ser infante en la COMGEMEL implica poner todo nuestro corazón en la instrucción y el adiestramiento diario», ha resaltado, finalizando su intervención con vivas a España, al Rey Felipe VI y a la Infantería.
