Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Logo de Melilla hoy

El Candil

Que tiempos estos de…

melillahoy.cibeles.net fotos 769 El candil web

Uno ya no está preparado para la recesión de la vida. Una cosa simple y normal, se nos hace todo un poema, convirtiéndose en un calvario y cinco estaciones; las que ayer tuve que pasar. Yo generoso y padrazo, intente y me brinde, para que no repercuta en el trabajo de las respectivas empresas, a hacer aquello tan simple como sacar dos padrones, dos certificados de residencia, una fe en el juzgado, y cómo no, un certificado de bautismo. Hasta aquí, todo más o menos entendible, pero comienza mi hacer y es en este cuando empieza mi estupor. Paso al certificado o fe de bautismo, soy atendido muy bien y al llegar la hora de dar las gracias, pago 20€. Y entusiasmado me compro la novela (maravillosa) titulada EL NUEVO TESTAMENTO, por solo 4€. No sé porque causa, me entero que otra fe, esta pedida a Madrid, ha sido gratuita. Pienso que, aquí en Melilla son entonces, machistas. Paso a pedir en ventanilla única dos certificados. Saco el dinerillo, por si caso, entrego carnets, me dan tres para viaje y un cuarto que, con mi apellidos y carnet, me lo echan para atrás. No convive en mí casa. Yo, ETÉ, señalo con mi dedo indice el apellido, mí apellido, que es el de mi descendiente… Si, pero no vive en su domicilio, aaahhhh. Tiene que traer su autorización y ambos DNI. Jopé con la !independencia! Digo yo; y otro día más de paseo jubilado.

Sigo el curso de mi obligación y me acerco a la oficina del juzgado en las Torres de "Velázquez" y me recibe una encantadora uniformada, y séria ella, me induce al pecado y entro por el arco del triunfo !desnudándome en público!; yo, como borrego que, ahora en este tiempo democráticamente soy, empiezo mi estrictis; pero como era de esos días que tú has calculado que todo es sencillo y sin problemas mayores, queda envotado mi cerebro por tal petición, cómo un autómata, no pienso. Obedezco el mandato. Quítome las llaves, paso, pita el chivato; quítome el boli, paso, pita el chivato; mosca ya, pálpome mi cuerpo y !zas!, el monedero. Ella, ya con cara de seria cabreada, me contempla sin decir nada, yo con algo ya de azoramiento, pienso; pálpome para ver si ella se ablanda y consigo lo que quiero…, pasar, nada más que pasar. Pues no, saco la billetera y chifla el puñetero arco. Mientras tanto, nada de nada, ella no se ablanda; intento pasar y pipipi, entonces sigo registrándome, y !un euro! suelto en el bolsillo. Lo dejo en la bandeja petitoria. !Por fin!; paso y otra vez el pitito. Y ahora qué; ella me mira con su cierta intención y… mira por donde, mi mano baja a la cintura y, toca algo duro… !Caray! Pero si es la hebilla del cinturón; y es entonces cuando viene a mi paralizado… cerebro, un mayor riego sanguíneo que me hace canturrear con cierta alegría aquello de… Tariro tariiiro. Entré como un body boy en taparrabos, solo que sujetándome el pantalón !Que bochorno!, la mayoría con pañuelo a la cabeza y yo haciendo de pichi. Que le vamos hacer… !Ah!, y luego a recolocar todo lo quitado. Vamos que, si me viera Groncho Mark, gesticulando, me ficha para una peli.

Pero no termina ahí la causa que, después de un ratito de espera, uno de los de seguridad, viendo los carnets que porta mi mano tonta, me pregunta, le respondo, y me dice que no espere más que tiene que ir el interesado personalmente. Le doy las gracias y menos mal, que sino, me quedo allí a la espera del 061…

Jubilado, cuesta más el vivir, ágilmente.

Loading

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€