EL consejero de Medio Ambiente y Naturaleza, Daniel Ventura, le ha reprochado al PSOE la falta de mantenimiento de la planta por parte del Gobierno de España, mientras que el diputado socialista Rafael Robles le ha recordado que la gestión de la misma ya es competencia de la Ciudad Autónoma
El pleno de la Asamblea ha aprobado por unanimidad de todos los grupos políticos la modificación del contrato de servicio unificado de gestión de abonados, limpieza y mantenimiento integral de las redes y acometidas de agua potable, agua reutilizada y saneamiento de aguas residuales, plantas de ósmosis inversa y fuentes ornamentales de la Ciudad Autónoma con una variación económica del mismo por una cantidad que asciende a 1.071.600 euros.
Esta unanimidad no ha evitado que PP y PSOE protagonicen un enfrentamiento a cuenta de unos de los temas candentes en la actualidad política y medioambiental de la ciudad, como es el cruce de declaraciones entre la Consejería de Medio Ambiente y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) a cuenta de la explotación y mantenimiento de la Planta Desaladora de Melilla.
Arrancaba su intervención el diputado socialista Rafael Robles poniendo de relieve que dicha modificación del contrato es una medida subvencionada por el Gobierno de España a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que proviene, a su vez, de los fondos europeos Next Generation, » y que tanto están haciendo por la recuperación y la transformación de nuestro país tras la crisis del covid-19″. En este punto, Robles ha afeado al PP que el presidente nacional de éste último partido, Alberto Núñez Feijóo, «intentó torpedear» la recepción de estos fondos «llamando a Europa para desprestigiar al Gobierno y poner en duda su solvencia para gestionarlos». «Solvencia que ha quedado absolutamente acreditada, siendo España de las naciones europeas que con mejor nota están pasando los exámenes de fiscalización europeos y, por ello, ha sido la primera en poder recibirlos en cada fase», ha defendido, destacando, además, «la buena marcha» de la economía española.
Ha sido precisamente en el turno de réplica del consejero de Medio Ambiente y Naturaleza, Daniel Ventura, cuando la desaladora ya ha centrado gran parte del debate en el pleno.
Ventura le ha reprochado a Robles la falta de mantenimiento de la planta por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) durante los años en los que dicho organismo tenía las competencias en la gestión y explotación de la infraestructura hasta el 6 de marzo del presente año, fecha en la que se consuma la cesión de la misma a la Ciudad Autónoma.
«Están muy bien las felicitaciones que recibe, pero hay que ser realistas en determinadas cosas», ha señalado, aseverando que «tenemos que mejorar mucho nuestro ciclo del agua completo» en la ciudad, aunque apunta que ya se están haciendo «grandes avances» en este aspecto, entre ellos la modificación de dicho contrato, que supone la sustitución de los contadores de agua por otros de lectura telemática y de alta precisión que permitirán, entre otras mejoras, conocer el consumo exacto por hogar y, por tanto, la facturación real; detectar de forma inmediata las fugas de agua o evitar desplazamientos de los trabajadores.
Así pues, el titular de Medio Ambiente asegura que están trabajando «en la misma línea» para que Melilla consiga «el agua de calidad que nos merecemos todos». «Esa que nos vendió la CHG en su momento de 32.000 metros cúbicos diarios y de cierta calidad», apostilla, confiando en que «pronto sea una realidad».
«Asuma sus responsabilidades»
«Asuman de una vez sus responsabilidades», ha contraatacado Robles, quien ha dejado claro al Gobierno local que ya disponen de las competencias en materia de gestión y explotación de la planta desaladora y les ha pedido que «dejen de echar balones fuera y echarle la culpa» al Gobierno central.
«Ustedes también han tenido muchos años para poner en marcha la red de abastecimiento de aguas y el trabajo creo que ha sido bastante lento y ha dejado mucho que desear», ha replicado, instando a Medio Ambiente a que explique cuáles son las deficiencias que ha detectado en la infraestructura hídrica y que trabajen por solventarlas e intentar conseguir agua de calidad las 24 horas del día en todos los hogares melillenses. «Algo que se nos lleva prometiendo desde hace dos décadas en esta ciudad», lanza a modo de dardo al final.
Ventura ha recordado al socialista que la Ciudad asumió las competencias de la gestión y explotación de la desaladora a partir del 6 de marzo de este año, pero «con la salvedad» de que, según ha apuntado, en el momento en el que asumen dicha gestión se encontraron «con un montón de deficiencias que quedan recogidas en el acta de entrega».
«Nos estamos diciendo ninguna tontería. Estamos diciendo que algo, para poder explotarlo, tiene que funcionar, y no funciona adecuadamente», ha recalcado, recordando que hay bombas de alta presión sin conectar y que aún no han empezado los trabajos para la implantación de una nueva línea eléctrica que surta de energía a los cuatro módulos de la desaladora.
