El PP rechaza la exigencia de otros partidos de “limpiar” su lista electoral de imputados para alcanzar acuerdos de gobierno y sumar, al menos, el diputado que necesitan los populares para 'recuperar' la mayoría absoluta que ha tenido desde el año 2003. El cabeza de lista del PP, Juan José Imbroda, dejó claro que la candidatura del PP “no está contaminada de corrupción por parte de ninguno” de los 28 miembros que la integran porque “nadie en el PP ha metido la mano”. Lo único que ocurre, dejó claro, es que algunos de ellos están imputados por presunta prevaricación administrativa y “esto no es corrupción, se pongan como se pongan”. “Corrupción es el que se lleva el dinero caliente, el que monta un tinglado para que se beneficie un tercero, el que estira el dinero sabiendo que está malversando o el que actos cuasi criminales”, puntualizó Imbroda para dejar claro que ninguno de los que forman la lista electoral del PP en Melilla está señalado por hechos de ese tipo.
Imbroda puso como ejemplo su propia imputación en el Tribunal Supremo por prevaricación administrativa, al igual que algunos de sus compañeros de candidatura, y recordó que algunos medios nacionales exigieron al PP que lo destituyera como presidente de Melilla y del PP regional, aun cuando un mes y medio más tarde el alto tribunal “tiró a la papelera” el caso dictaminando su sobreseimiento libre.
“Si me hubiese ido, habría sido una injusticia enorme”, dijo Imbroda para justificar que ahora no dé este paso con los miembros del PP que están imputados por prevaricación administrativa y sobre los que partidos como Ciudadanos exigen su salida para dar su apoyo al PP y que éste consiga la mayoría absoluta.
“A estas alturas de la película, y sin tener ningún pirata, no puedo jugar con ninguna persona de mi equipo a cambio de nada. Sería desleal con mis principios, mis valores y con el PP”, apuntó Imbroda para recordar que es un partido “muy importante, el primero de Melilla, de España y de Europa”.
Por lo tanto, aunque dijo que respeta las opiniones de los demás, también dejó claro que no acepta “la mínima de nadie que diga que esto es un partido corrupto”, aun cuando Imbroda dijo ser consciente de que el PP lleva “el marchamo detrás” de la corrupción por los casos que han salido en España y porque en Melilla “se ha vendido muy bien” ese mensaje. “Es muy difícil quitarse ese sambenito. Ponértelo es facilísimo”, lamentó.
De todos modos, se mostró convencido de que el tiempo terminará dando la razón al PP en los casos de imputaciones que tiene en algunos de sus responsables, al tiempo que lamentó el “agravio comparativo enorme” que ha sufrido su partido al ser señalado de corrupción frente a otros como el PSOE, con el caso de los ERE en Andalucía, o el caso voto por correo en Melilla.
“Nadie en el PP ha metido la mano, lo digo con conocimiento de causa”, aseveró Imbroda, convencido de que “se ha mezclado con mala fe” para dar a entender que “la corrupción sea un todo”, dando lugar a una última legislatura en la que, según señaló, ha vivido “los cuatro años más duros” de su vida política.
Según Imbroda, ese “acoso y derribo” contra el PP por parte de algunos partidos en los últimos años ha logrado que en una parte pequeña de la sociedad melillense haya “calado ese mensaje”, siendo una de las causas por las que su candidatura ha perdido alrededor de 3.000 votos en estas elecciones autonómicas, la mayoría de ellos en sus colegios “clásicos”, como son los del Real, el Barrio Victoria y el Industrial.
Entre Cs y la abstención
El cabeza de lista popular aprovechó su comparecencia de prensa para transmitir algunas de las conclusiones que sacó el pasado martes el Comité Ejecutivo Regional del PP, que se reunió para hacer una “reflexión profunda” de los resultados del 24-M. Una de las conclusiones es que un tercio de los votos que ha perdido ha ido a parar a Ciudadanos (Cs), alrededor de un millar.
Los otros 2.000 corresponden a votantes del PP que se han abstenido, algo que Imbroda destacó de manera significativa porque “quiere decir que la bolsa de votantes del PP sigue casi intacta y no se ha ido a otro sitio”. Esa es una de las razones por las que la abstención ha subido casi dos puntos en estas autonómicas respecto a las anteriores.
En cualquier caso, insistió en que el PP ha ganado las elecciones, como se ve en “la elocuencia” de los resultados de las urnas, en las que el PP ha obtenido un 62% más de votos que Coalición por Melilla (CPM), un 239% más que el PSOE, un 533% más que Cs y un 688% más que Populares en Libertad (PPL). Hasta tal punto, que el PP ha estado “al borde” de obtener el diputado número 13, a falta de unos cien votos. Además, el PP de Melilla ha sido la segunda fuerza más votada de España en comparación con otras autonomías, solo por detrás del PP de Ceuta.
Otra conclusión que Imbroda saca del 24-M es que “el resto de partidos tiene la sensación de que han perdido”, dado que sus expectativas eran “muy superiores a las que realmente han obtenido” en las urnas. CPM y PSOE solo han subido un escaño y PPL ha bajado incluso uno, aun cuando
Diálogo
El PP interpreta estos resultados como un mensaje del Pueblo melillense de que quiere que el PP dialogue con el resto de formaciones, algo que está haciendo y que ya ha hecho con CPM, Cs y PPL.
Imbroda destacó la franqueza y cercanía que ha notado en esos contactos que ha mantenido con Mustafa Aberchán en la reunión con CPM, Eduardo de Castro en el caso de Cs, e Ignacio Velázquez, en el de PPL. “La cortesía debe primar, debe ser la base de sustento”, explicó el candidato del PP, que dijo que se sintió “tranquilo” con los tres con los que estuvo hablando. Un diálogo el de esas tres reuniones que se hizo “pensando en la ciudad”.
El líder popular afirmó que le habían gustado las tres reuniones, pero “otra cosa es que lleguemos o no a acuerdos”, dado que “es legítimo que cada uno tenga sus planteamientos”, como el PP también tiene los suyos.
Imbroda indicó que también hablará con el PSOE “por cortesía”, aunque lamentó que a este partido “le da igual Melilla” porque dice que “el objetivo es echar al PP de en medio”. A su juicio, eso es “una afrenta democrática a lo que han querido los melillenses y no pensar ni trabajar por el bien de Melilla, sino por una rabieta pasajera, un cabreo o porque caigamos mal a algunos”.
Señaló que el PP seguirá “hablando con todos” porque “Melilla necesita hoy más que nunca que hablemos y sigue necesitando a la segunda fuerza más votada de toda España”. “Creo que eso merece también un respeto”, agregó Imbroda antes de recordar que si el PP ha estado 15 años en el Gobierno no ha sido “por el dedo divino de nadie” o por una dictadura, sino “por la voluntad de los melillenses, que han votado cada cuatro años”.
“Los melillenses no han querido echarnos ni antes ni ahora, así que cuidado con lo que se dice en términos democráticos, porque no son exactos ni correctos”, pidió.
En definitiva, Imbroda avanzó que el PP se presentará el día de la investidura con “ánimo constructivo y planteamientos para sacar adelante Melilla”, para lo que hablará con todos “y el que quiera o pueda estaremos encantados de pactar de alguna manera, siempre formalmente, dentro o fuera del gobierno, en función de las existencias que haya, el momento y la oportunidad”.
“Revolución pendiente”
Imbroda pidió a los partidos que piensen en el “futuro apasionante” que le queda a Melilla por delante, con una “revolución económica, urbanística, social y de todo orden” pendiente, a la hora de buscar acuerdos de gobierno. No en vano, recordó que está por acometer el desarrollo urbanístico de los cuartes de Santiago, Gabriel de Morales y Primo de Rivera, y otras grandes obras ya aprobadas como la ampliación del Puerto, que conllevaría el traslado de grandes industrias que hay en el casco urbano.
