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Atril ciudadano

¿Por qué tanto dinero público para reformas de templos religiosos en Melilla?

El que vivimos en un país laico es una falacia que se nos hace creer a los ciudadanos como si de una realidad se tratara. Por suerte en nuestro país ninguna persona o ninguna comunidad religiosa es discriminada precisamente por su condición religiosa, o eso creo yo, es decir eso dice nuestra Constitución, lo cual es como debe ser: todos somos iguales ante la ley. Sin embargo yo me pregunto ¿por qué motivo se benefician o se subvencionan con tanto dinero en nuestra ciudad a las confesiones religiosas, sobretodo a la religión católica a sus templos y asociaciones? La Constituciones española nos anima a que cada asociación o grupo religioso sea subvencionado por sus propios socios o adeptos, pues el dinero público es de todos, y no está destinado a las religiones, que al fin y al cabo tratan de fe, algo inmaterial e intangible.

El que en nuestra ciudad ningún grupo político o religioso nunca denuncie esto, que es bastante habitual en nuestra ciudad, dice mucho del caso… en mi humilde opinión que todos beben de la teta, si no fuera así ya habrían puesto el grito en el cielo, unos y otros. Y digo todos porque también los grupos islámicos, hindúes y musulmanes de la ciudad reciben dinero de las arcas municipales, algo que desconozco hasta que punto es realmente ético y moral. Y no me refiero a que no se deba ayudar, me refiero a que es mucho el dinero destinado a grupos religiosos, algo que no deja de ser privado y que debe ser mantenido por sus propios fieles, pues yo por ejemplo no quiero mantener con mis impuestos a ninguna religión, a ninguna. Y si los templos necesitan reparaciones que las cubran los fieles de la propia religión, o que en su defecto cedan el edificio al Estado, quien entonces dispondrá de él a su antojo. Pero claro ¡es tan barato que la Ciudad Autónoma me arregle el templo!
El otro día leí en el periódico que se daba una cantidad desorbitada como ayuda para paliar los daños del terremoto ocasionados en la Iglesia del Sagrado corazón, gastos que debería pagar la Iglesia católica como hacemos todos los hijos de vecina en esta ciudad, es decir tal como cada propietario hace con su inmueble. De hecho en mi comunidad de vecinos, después de mucho luchar y muchos papeles que justificar, se nos ha dado una subvención de poco más de 1.000 Euros, irrisorio dirán ustedes, pero tan cierto como que el sol sale de día y la luna de noche. Subvención que además hay que justificar con documentos que acrediten la obra realizada, lo cual es normal, pero ¿se lo van a pedir también a la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús?
Por si fuera poco hoy leo en el periódico que se va a subvencionar las obras de la capilla del colegio de La Salle, para subsanar también los daños causados por el terremoto de 2016. Pero esa capilla pertenece a un centro concertado que recibe dinero no solo del Estado si no también de los cientos de clientes que tiene como centro privado que es. Sinceramente y por más que lo miro y remiro es que no lo veo. Pues ese dinero destinado a las ordenes religiosas de la ciudad, se trate de la que se trate, es dinero de todos, también de los ateos, agnósticos, apóstatas etc… ¿Por qué narices debe destinarse dinero público a entidades privadas?
Para más INRI tres asociaciones católicas de la ciudad y una de Málaga también recibirán subvenciones de la Ciudad Autónoma de Melilla. En este caso porque realizan actividades sociales que benefician a la ciudadanía, pero y digo yo que hoy me he levantado muy critico: ¿Podría existir la posibilidad de que la misma labor fuera realizada por entidades o empresas laicas y privadas no relacionadas con nada religioso? Es que sinceramente hay cosas que se hacen con mucha normalidad en nuestra ciudad, pero que bien miradas no lo son. Si somos laicos somos laicos, pero si seguimos actuando así es que aún nuestra sociedad, nuestra cultura y nuestro sistema están impregnados de religiosidad, con el consiguiente desprecio y menosprecio del resto de personas. Pues a las muchas subvenciones, por ejemplo a la Iglesia Católica, hay que sumarle los 11.000 millones de Euros que reciben del estado español, más lo recaudado en la Casilla de la X. Lo que viene a decir que las palabras son una cosa y los hechos otra muy diferente.

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