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Piden a la Ciudad más agilidad en el pago de las ayudas para instalaciones de energías renovables

Entre 50 y 100 personas en Melilla llevan esperando desde 2022 para recibir subvenciones por invertir en placas solares y baterías. La tardanza se debe a la falta de firma de un interventor y preocupa a los afectados y a las empresas interesadas en energías renovables. Podría haber pérdida de fondos europeos si la parálisis administrativa continúa. Además, se pide más apoyo gubernamental para promover las energías limpias.
placas solares

Calculan que entre 50 y 100 solicitantes de estas subvenciones llevan esperando desde 2022 a que la Ciudad les pague para compensar la inversión.- Apuntan que el problema podría estar en que falta la firma de un interventor

 

Entre 50 y 100 melillenses llevan desde 2022 esperando a que la Ciudad Autónoma les pague las subvenciones a las que tienen derecho por la inversión que han realizado en sus casas para instalar placas solares y baterías. Una apuesta por las energías renovables que, tal y como apuntan a MELILLA HOY varios de los afectados, la Administración local no estaría correspondiendo con esta tardanza en el pago de las ayudas. Según la información que les han facilitado, el problema estaría en que falta la firma de un interventor para que estas subvenciones, con cargo a fondos europeos, puedan llegar a sus bolsillos.

Los afectados por esta tardanza lamentan el perjuicio que esta tardanza y, sobre todo, incertidumbre, les está generando, no solo por la necesidad de recuperar parte de la importante inversión realizada, sino también porque esta situación provoca desconfianza en otras personas que también están interesadas en pasarse a las energías renovables y que, al ver que la administración no paga rápido las ayudas, “se lo piensan dos veces antes de dar el paso”.

“Esto provoca mucha reticencia. Cuando llevas un año esperando después de presentar la solicitud de ayuda y aún no la has cobrado, es muy difícil que la gente se haga eco de este cambio. Así es imposible que en Melilla se pueda dar la ‘revolución de los tejados’”, critica uno de los afectados.

En su misma situación hay otros muchos melillenses que esperan desde hace meses a recibir la ayuda correspondiente al programa de incentivos, después de haber dado todos los pasos burocráticos necesarios, como la presentación de la documentación y la justificación del gasto realizado y la legalización de las plantas que han instalado en sus casas.

Las mismas fuentes apuntan a este Diario que la situación también afecta a empresas que también han querido apostar por las energías renovables, un paso que cada vez atrae a más gente, dado el incremento del precio de la energía que se ha dado a raíz de la guerra de Ucrania, que ha disparado la factura de la luz en los hogares.

También hay quienes quieren instalar las placas solares por la inestabilidad del suministro eléctrico que hay en Melilla, interrumpido por constantes cortes, además de por el impacto medioambiental que provoca en una ciudad como la nuestra, donde “hacen falta 40 millones de kilos de fueloil al año” para generar electricidad.

 

Desembolso importante

Todo ello ha dado lugar a un paisaje de Melilla en el que cada vez hay más tejados con placas solares para generar energía obtenida del cielo, que después puede ser almacenada en baterías, aprovechando que en nuestra ciudad tenemos días de intenso sol prácticamente todos los días del año. Estas instalaciones de autoconsumo, aunque luego suponen un importante ahorro en la factura, requieren una importante inversión inicial y de ahí el objetivo de este programa de incentivos, ayudar a que todo el mundo que esté interesado pueda dar el paso si lo desea.

Por eso, los afectados se quejan de esta situación y advierten de que, si se demora más esta parálisis administrativa de las ayudas, podría provocar una pérdida del dinero que Melilla ha recibido de Europa para incentivar el uso de las energías renovables. “Puede ser que ocurra que el dinero pase volando por nuestros tejados y no se quede en ellos porque no se ha invertido en tiempo y forma. Un dinero que va a rebotar en vez de ayudar a que se desarrolle este sector en la ciudad”, lamentan.

 

Otras medidas

Al margen de la tardanza en el pago de las ayudas, los afectados también echan de menos otras actuaciones por parte de la Ciudad Autónoma para apostar por las energías limpias, como una bonificación del IPSI en todo lo que tenga que ver con ellas, como ya se hace con el coche eléctrico, que es del 0,5 %; bonificaciones en el IBI por mejora energética en la vivienda; o la creación de una oficina de información para que todo aquel que quiera crear una instalación de autoconsumo, con fuentes de energía renovable, pueda obtener asesoramiento y facilidades para ello.

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Redacción

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