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El rincón de Aranda

Patriotas Ocasionales

A veces cuando leo en algún medio, algo refiriéndose a que: “… la Patria somos todos”, la verdad es que, según quién lo dice, siento un poco de resquemor; porque me da la impresión que hay gente que aún no ha entendido nada sobre el concepto “Patria”, y a la vez intentan hacernos parecer, a los españolitos de a pinrel, no políticos, que somos unos gilipollas ignorantes, cuando solo ellos son los lerdos, y cual camaleones, cambiando del color que les viene al pelo.
Por ese motivo hay que recordarles que la Historia de España, y por ende la de nuestra Ciudad, no es el relato de lo que pasó, sino el estudio de los restos de lo que ocurrió, con Tratados, Acuerdos, Expedientes, Reales Ordenes y Decretos, Resoluciones, Sentencias, Transcripciones, Fotografías, todo ello datado durante siglos por los bibliógrafos estudiosos del tema, y algún que otro aficionado, sin ningún reconocimiento. También debieran saber que el Cementerio de la Purísima, es el último albergue de los mortales despojos de los Héroes y Mártires que defendieron la Ciudad, durante más de 500 años, que ellos se niegan, a acudir para conmemorar sus gloriosas gestas, para que en la actualidad puedan vivir cómodamente en un país libre y democrático. Aunque lamentablemente, varios nombres de estos Héroes y Mártires, solo figuran en los azulejos de algunas bocacalles, olvidados e ignorados por todo el que pasea por ellas.

Yo me imagino, si es que alguna vez esta gente manejasen el poder, creo que sería como un explosivo: o bien debieran manejarlo con sumo cuidado, o les estallaría en pleno careto. Decía Liebknecht, respecto a la ley básica del capitalismo: “Tú o yo”, y no: “Tú y yo”, que sería esto último lo democráticamente correcto.

Mi amigo Ricardo Redoli ha escrito: “Si me quitan mi Patria, qué me queda?, un recuerdo?, una frase?, una quimera?. Un decir: ´´Fui, y no fui, tuve y no tuve, pues todo lo perdí, nada me queda. Ni tronco, ni raíz, ni hojas, ni ramas, del árbol que ella fue, solo madera.

Despojos del ciprés que el viento lleva´´. Devolvedme mi Patria, desalmados, que deshonráis su Historia y su pasado, y lo ofendéis, sin más, débiles hombres. ¡Que España es inmortal como su nombre, como aquél que la quiere, ahora y por siempre. Y quien la quiera mal…, calle o reviente!”. ¡Joder!, con mi amigo Ricardo. ´Él le dedica este alegato a un amigo suyo, y yo se la aplico tanto a los catalanes, de
fulañí: Puigdemont y su caterva independentista, como al “patriota ocasional” que pulula por nuestra ciudad.

Aunque no viene a cuento, yo creo que debemos saber que Pérez Galdós, en su ancianidad, con su miopía liberal de casa de huéspedes antigua, de potaje y brasero de cisco, murió sin saberlo, pero nosotros sí que sabemos que nuestro idioma castellano, como dijo Carlos I nuestro, y V de los teutones, ha sido hecho para hablar con Dios.

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