Ione Belarra, diputada de Podemos y portavoz de la Comisión de Derechos de la Infancia y Adolescencia, estuvo en Melilla hace algo más de una semana acompañando a la Caravana Abriendo Fronteras como activista. Aprovechó su estancia en la ciudad para comprobar el estado de instalaciones públicas como el centro de acogida de menores de La Purísima o del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), así como para presenciar la situación en la que siguen trabajando las mujeres porteadoras en los pasos fronterizos. MELILLA HOY entrevista a Belarra para conocer sus sensaciones tras su último paso por la ciudad autónoma. -En alguna ocasión ha dicho que Ceuta y Melilla viven en estado permanente de excepción, ¿a qué se refiere?
-Pues a que de alguna manera se han normalizado en Ceuta y Melilla vulneraciones de derechos humanos que en otros lados de la Península no se consideran normales, sino hechos muy, muy graves. En las ciudades autónomas se vulnera el derecho internacional, por ejemplo, con las devoluciones en caliente. Sin embargo, de alguna manera están normalizadas y no sólo para la población melillense y ceutí, también para todo el conjunto de la población española.
-¿Y cómo se llegan a normalizar estas vulneraciones de derechos humanos?
-Creemos que a través de dos elementos fundamentales. Por un lado, mediante la construcción mediática que se ha hecho de lo que es Ceuta y Melilla. Se ha reducido prácticamente a los saltos a la valla y eso dificulta la comprensión de la complejidad y de las realidades multifacéticas que se dan en ambas ciudades autónomas. Por otro lado, tiene que ver con las desigualdades territoriales históricas que existen en nuestro país, con que todavía parece que hay territorios de primera y de segunda.
Nos da la sensación de que se ha utilizado a Ceuta y Melilla de la misma forma que se está utilizando ahora a Marruecos, para externalizar nuestras fronteras. Son ciudades fronteras con realidades complejas, pero se deja que sean ellas las que se ocupen de los problemas para que no afecten al resto de la Península. Nosotros pensamos que la realidad fronteriza que viven Ceuta y Melilla es una cuestión estatal, por lo que hay que asumirla de manera global.
-¿Qué le parece que el consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, anunciase tras su visita a La Purísima que ningún senador o diputado podrá acceder al centro sin el permiso de las Cámaras?
-Pienso que si estuviera verdaderamente preocupado por garantizar los derechos de los niños y las niñas no tendría que preocuparse tanto por la visita de los diputados o senadores. En Podemos defendemos la máxima transparencia de las instituciones pública y creemos que no se puede impedir la visita de un representante público estatal. Sus declaraciones no van a impedir que sigamos haciendo nuestro trabajo porque los ciudadanos nos han elegido para ello. Cuando eres gestor o tienes responsabilidad de gobierno es muy importante que seas capaz de asumir las críticas, porque sólo desde la crítica constructiva se puede trabajar y mejorar en la política pública, porque ninguna política pública es perfecta. Siempre hay que seguir evaluando para mejorar.
-¿Con qué sensación salió de la visita al centro de menores?
-Nos preocupa muchísimo la situación de los niños y niñas que llegan solos a Ceuta y Melilla. En cuanto a la visita, nos preocupan mucho las condiciones en las que se encuentran los niños de la Purísima. Nos parecen insoportables. Hay que tener en cuenta que algunos de los críos sólo tienen 9 años. Deberían tenerse en cuenta otras experiencias que existen tanto en Europa como en América Latina de trabajo con niños y niñas que vienen de la calle o de intervención en situaciones complejas de drogadicción. Por otro lado, también somos muy críticos con las pruebas de la determinación de la edad. Es un secreto a voces que siempre se miden por lo alto y nosotros lo que pensamos es que los niños antes son niños a proteger que inmigrantes a perseguir.
-La formación apuesta por la redistribución de estos menores a las distintas comunidades autónomas. ¿Alimentaría el efecto llamada, como apuntan desde el gobierno local?
-El efecto llamada es una falsedad interesada para crear un estado de excepción y de miedo. Es muy importante ceñirse a los datos, a las investigaciones rigurosas que han hecho distintas universidades y que tienen que ver con q los porcentajes de migración, tanto de niños como de adultos. Independientemente del sistema fronterizo que existe, el dato se mantiene estable en torno al 3% de la población, excepto en aquellas situaciones en las que se producen guerras o persecuciones. Entonces las personas desplazadas aumentan. Pero en condiciones de normalidad, la cifra de personas que emigran se mantiene en torno al 3%. El efecto llamada es una invención mediática que contribuye a crear mucho sufrimiento tanto en las poblaciones de acogida como en poblaciones migrantes.
-¿Cree posible que se acaben llevando a cabo las repatriaciones de los niños extranjeros no acompañados?
-Eso incumpliría la Convención del Derecho del Niño y chocaría con gran parte de la legislación internacional. Si eso llega a producirse seremos extraordinariamente duros.
-¿De qué manera?
-Pues con las medidas de denuncia, que son las mejores herramientas que tenemos desde el Congreso y el Senado. Por supuesto, con iniciativas legislativas y de toma de posesión que vayan en la línea de que eso no se produzca en nuestro país.
-En junio se aprobó una PNL lanzada por Podemos en relación a la situación de las porteadoras. ¿Qué efectos tiene esta aprobación?
-A ver, es muy importante abordar esta situación desde distintos niveles. Hay que garantizar las condiciones físicas y psicológicas de las mujeres porteadoras y en ese sentido estamos haciendo propuestas de mínimos, para que haya un puesto médico permanente en los pasos. Por otro lado, se tienen que garantizar los derechos laborales. Partimos de la base de que el PP nos dice que estas mujeres no son trabajadoras transfronterizas, porque no cumplen la definición de la ley. Estas mujeres son trabajadoras y es la ley la que debe adaptarse a la realidad de nuestro país, no al revés. Por otro lado, solicitamos que haya un mayor número de personal de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que garanticen la seguridad de estas mujeres, siempre desde la lógica del respeto a los derechos humanos y los derechos laborales.
-Esta mejora pasa por que se las reconozca como a trabajadoras y por mejorar las infraestructuras de los pasos, pero para eso es necesario llegar a un acuerdo con Marruecos. ¿Confía en que se llegará a algo?
En lo que se refiere al dialogo, ciertamente somos escépticos con la capacidad que tiene el PP para negociar y para dialogar con Marruecos o con algún otro actor. Pensamos que falta un gobierno progresista que sea más sensible con este tipo de cuestiones tan delicadas y cuestiones de diplomacia tan graves.
-Están detrás de la reforma en la ley de Seguridad Ciudadana, ¿qué posibilidades hay de que prospere?
-Yo creo que vamos a conseguir un acuerdo, al menos en lo referente a las devoluciones en caliente. Ya sacamos una PNL que salió adelante y que abordaba la necesidad de revertir la situación de ilegalidad. Donde creo que vamos a necesitar un mayor grado de incidencia política es en el desarrollo de un protocolo para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la Frontera Sur que garanticen los derechos humanos, porque eso es potestad del Gobierno.
-En este protocolo, ¿se contempla también la protección para los efectivos policiales?
-Por su puesto. Para nosotros la protección de los efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado es fundamental. En ese sentido estamos trabajando estrechamente con Juan Antonio Delgado, que es diputado y guardia civil. Creemos que necesitan de la seguridad jurídica que les daría un protocolo que sea respetuoso con la legalidad, cosa que ahora el PP no está haciendo.
-A Podemos se le acusa de querer retirar las vallas de Melilla y Ceuta. ¿Es eso cierto?
-Eso es una mentira. Lo hemos dicho muy claro y muchas veces. Lo que hay que hacer con las vallas de Ceuta y Melilla es retirar todos los elementos lesivos que tiene, que son muchos. Desde nuestro punto de vista son unas vallas que están infligiendo muchísimo dolor innecesario a las personas migrantes.
Lo que proponemos que se articulen vías legales y seguras de acceso a nuestro país. Si se pudiera, nadie arriesgaría su vida en rutas que son cada vez más peligrosas. Con esta política de cierres de vías legales y seguras que está haciendo el PP y que ha hecho también el PSOE lo único que se consigue es alimentar a las mafias. Si la gente tiene que venir de manera ilegal, tiene que apoyarse en mafias que es la que hace negocios ilegales.
