Hartos. Esta es la palabra que mejor define el estado de ánimo que comparten la inmensa mayoría de negocios y comercios de la ciudad con respecto a las restricciones en el suministro de agua, un mal endémico sin visos de solucionarse a corto ni a medio plazo y que ha colmado la paciencia de los propietarios de cafeterías, restaurantes y demás locales de la ciudad.
“El problema es que no avisan”, deja claro Manuel, responsable de un restaurante de la calle General Pareja, quien asegura que los cortes de agua a partir de las 23:00h que se vienen sucediendo desde el pasado viernes 11 de agosto les está afectando en la limpieza de los utensilios de cocina.
“Tuvimos que tener todo el local entero lleno de vasos, copas y platos para, al día siguiente, lavarlos. Y al día siguiente es un trabajo extra tanto para la cocinera como para las chicas que están en la cocina”, cuenta, afirmando que, “al principio”, les avisaban de cuándo se iban a producir las restricciones en el suministro de agua para poder estar preparados para la ocasión.
“Ahora que nos están avisando tendríamos que llenar unas cubetas, pero, claro, eso es joderte la mayoría del trabajo. La mitad del trabajo te lo mata”, recalca, insistiendo en que el problema de los cortes de agua es cuando “lo hacen sin avisar”.
“Cortarte el suministro de agua es acabar con el 50%-60% del trabajo, porque tienes que ir trabajando y lavando platos, cubiertos, etc., y es por eso el problema”, señala.
“No sé cómo nos la vamos a apañar”
«El miércoles eran las 23:30h y al día siguiente es cuando pudimos ponernos a cocinar, fregar y demás”, cuenta frustrada Mari Carmen, dueña de un local en Severo Ochoa.
Aunque la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir ha dejado para mediados de septiembre la parada técnica prevista, los comerciantes y hosteleros ya se temen los efectos de estar tres días con interrupciones en el suministro.
Así, esta empresaria asevera que va a ser “imposible” durante los tres días en los que la Planta Desalinizadora va a estar parada por completo limpiar “en condiciones” todos los cacharros y utensilios de cocina que emplean los bares, cafeterías y restaurantes de la ciudad.
Así pues, y ante el panorama que se avecina, Mari Carmen solo ve una opción posible: limpiar dichos utensilios cuando retomen el agua al día siguiente.
“Tú no puedes fregar unas copas que estén llenas de vino con agüita, tienes que echarle su jabón y su lejía para quitarle toda esa grasa”, explica, afirmando que se abastecerán de cubos y garrafas para sobrellevar esta situación
“Pero por mucho que tú quieras meter no damos abasto”, admite, asegurando que la hostelería es la principal afectada por estos cortes de agua.
“Pues anda que si vamos a tener tres días (con el suministro de agua) cortado no sé cómo nos la vamos a apañar”, dice pesimista.
“Creo que no voy a tener problemas”
A pesar de que estos cortes programados golpearán a numerosos locales y establecimientos, otros tantos podrán esquivar los efectos negativos que puedan acarrear dichas restricciones.
Es el caso de Evaristo, propietario de una cafetería ubicada en la calle General O’Donnell, que asegura que dicho local está provisto de aljibes con los que ‘protegerse’ de dichos cortes.
“Al tener los aljibes, por la mañana tiraría de la general, y por la tarde tiraría de los aljibes. Creo que no voy a tener problemas”, dice, negando que las restricciones que se producen a partir de las 23:00h en el suministro de agua les afecte tampoco. “A esa hora (el local) está cerrado”, dice.
“A nosotros no nos afecta porque (durante) el horario de trabajo que tenemos hay agua”, explica por su parte Mohamed, responsable de una cafetería de la calle Miguel de Cervantes, quien dice que los cortes de agua comienzan poco después de cerrar el local.
“Cerramos a las 14:15h y abrimos a las 19:00h, cuando ya hay agua”, explica.
No obstante, reconoce que en algún que otro momento han tenido que tirar de garrafas y cubos en el local cuando en anteriores ocasiones se han producido dichos cortes. “Teníamos compradas garrafas de agua porque no había otra”, dice.
En ese sentido, reconoce estar hastiado de tantos cortes de agua. “El agua es necesaria, y más en este verano”.
