La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) ha atendido la queja realizada por el Gobierno de Melilla por su decisión de parar la planta desalinizadora (IDAM) en agosto, y retrasará tres semanas, hasta después de las fiestas patronales, los tres días de corte del suministro durante 14 horas previstos para la próxima semana.
En una nota de prensa, el consejero de Medio Ambiente y Naturaleza, Manuel Ángel Quevedo, ha mostrado su alegría por esta decisión, que se ha producido a última hora de este viernes, ya que de la desaladora depende gran parte del agua que se consume diariamente en la ciudad autónoma y el corte se había programado en una época de gran demanda y sin antelación.
“La falta de suministro de entre 18.000 y 20.000 metros cúbicos diarios, durante tres días al menos, afectaría de forma muy importante al consumo de las melillenses y a los servicios de playas, en pleno mes de agosto, uno de los meses de mayor consumo”, ha recordado Quevedo para justificar su queja.
El consejero ha insistido en que esa parada técnica para realizar obras de ampliación la próxima semana también afectaba al desarrollo de la Feria a principios de septiembre, dado que “se avisó con muy poca antelación, insuficiente para programar de forma adecuada la mejor disposición de los depósitos y otras variables”.
Quevedo cree que, con la respuesta de la CHG “se evidencia lo acertado de la queja emitida y de las declaraciones efectuadas, realizadas con total corrección y siempre en el ánimo del mejor funcionamiento posible de servicios públicos tan importantes para los ciudadanos como el suministro de agua potable”.
De esta manera, ha aludido a la respuesta de la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, que en una entrevista radiofónica acusó al consejero de “echar balones fuera” y no asumir sus competencias, algo que el propio Quevedo respondió después recordando que la Ciudad Autónoma solo distribuye el agua que el Estado, en la desalinizadora, produce.
Quevedo ha dejado claro que con su queja “no se ha cuestionado la necesidad de efectuar trabajos que supongan ciertos inconvenientes para la ampliación de la IDAM, sino que se ha reclamado la máxima colaboración, comunicación y consenso de todas las administraciones implicadas para minimizar los efectos negativos sobre los melillenses”.
Por ello, asegura que la Ciudad Autónoma se congratula de que “la CHG haya sido receptiva y haya comprendido lo lógico de lo solicitado” y ha confiado en que este retraso permita “minimizar los efectos de la parada, cuando se produzca a mediados de septiembre, respecto a los que se hubieran producido la semana próxima”.
También considera Quevedo que, con la reacción de la CHG, “se evidencia lo desafortunado de las declaraciones y la dejación de funciones de quien ha utilizado esta razonable reclamación para realizar un ataque personal y partidista sin fundamento”, en referencia, sin nombrarla directamente, a la delegada del Gobierno.
A su juicio, debería haber “utilizado los recursos otorgados por los ciudadanos para apoyar a la Ciudad, en beneficio de todos los ciudadanos afectados”, pero no lo ha hecho “simplemente por tratarse de un partido político distinto”.
La Ciudad, “responsable y gestor del abastecimiento”, según la CHG
Según Quevedo, la CHG ha respondido con un comunicado accediendo a la petición de retrasar la parada técnica hasta después de Feria “tras hacer las gestiones oportunas para poder disponer de todos los medios necesarios para ejecutar los trabajos submarinos y en la propia planta desaladora en esas fechas”.
Además, ha sido necesario “reprogramar todos los trabajos pendientes para poder finalizar la obra en el plazo previsto, se pospone la parada de la instalación desaladora de agua de mar”, según la CHG.
El organismo hídrico ha informado a la Ciudad Autónoma de que, “como responsables y gestores del abastecimiento”, le comunicará el día y la hora del inicio de la parada completa, prevista para la semana siguiente a la de Feria, así como su duración, una vez que se concreten, para comuniquen a la población las restricciones horarias que estimen necesario hacer.
Según la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, la Ciudad Autónoma es “competente” en la gestión del agua de la ciudad y “es quien debe dar una respuesta a la ciudadanía”.
