El 14 de marzo de 1927 entró en funciones la Junta Municipal de Melilla, creada por Real Decreto de 14 de febrero del mismo año, cesando la Junta de Arbitrios. El 14 de abril de 1931 es proclamada la República y a la vez se promulga una nueva constitución en la que, con ideas no colonialistas, decía en su artículo 8º:
El Estado español, dentro de los límites irreducibles de su territorio actual, estará integrado por Municipios mancomunados en provincias y por las regiones que se constituyan en régimen de autonomía. Los territorios de soberanía del Norte de África se organizarán en régimen autónomo en relación directa con el poder Central.
Tanto esta Constitución como la de 1978 dicen que Melilla no es provincia, así como, se comprueba que los republicanos de 1931 compartían la españolidad de Melilla, y sus herederos políticos actuales parece ser que en ocasiones se avergüenzan de esto. Con la República la política melillense dio un vuelco muy importante, la supremacía ejercito-empresarios fue sustituido por la alianza del sector más comprometido, el de obreros e intelectuales. El primer y democrático ayuntamiento contó con 19 concejales republicanos y 11 socialistas, un total de 35. Los primeros y efímeros alcaldes fueron el republicano Juan José Mendizábal Echevarría y el socialista Antonio Diez Martín. El 14 de abril la bandera republicana es izada en el edificio del Ayuntamiento (Casa Salama) y el 21 de mayo por Orden del Gobierno de la Republica dispuso que los Ayuntamientos de Ceuta y Melilla se rigieran por las mismas normas que los demás ayuntamientos de la Península. Se le otorgó a la ciudad además el título de Muy Caritativa, uniéndolo al de Muy Valerosa y Humanitaria. De una corporación cívico-militar se pasó a una eminentemente civil y republicana, que trajeron las elecciones municipales en Melilla donde hubo más repercusiones con el aumento de libertades cívicas, que en la península, ya que por su condición de Plaza fuerte la vida civil estaba supeditada a lo militar. Anteriormente a la República La llamada ley de vagos y maleantes, que no se terminaba de aplicar en el resto peninsular aquí se aplicaba desde siempre. Antes de la promulgación de la II República, si para los empresarios Melilla era un paraíso, para los obreros existía una total indefensión, no se sabía ni de contratos ni de despidos…. esto quedaba al antojo del patrón. Es entonces cuando vuelven a hacer presencia los sindicatos UGT y CNT para la defensa de los trabajadores. En este “14 de Abril queremos reivindicar que sea institucionalizada como fiesta estatal y laica por la Libertad” para que nuestra sociedad multicultural sea eso, una multiculturalidad real y no como hasta ahora quedándose en lo anecdótico y lo folkrórico. Las reivindicaciones sociales de las distintas culturas no tienen que significar el desprecio ni el menoscabo de las otras.
